24

96 6 2
                                    

La situación se complico cuando Alexei decidió salir de Rusia con su mercancía y sus hombres, Yaroslav estaba furioso y le puso precio a su cabeza. Decidí no meterme en ese asunto y centrarme en la deuda qué tenía la familia Di Lorenzo con la mafia rusa, así volvería a Italia para irme con Giovanna.

Después de un par de días llegue a un acuerdo con Yaroslav, este consistía en dar una prórroga para la entrega del blanqueo qué ya debía estar listo y ceder un par de ciudades de Estados Unidos para tener vía libre y poder mover su mercancía sin tener conflicto conmigo, accedí a eso porque solo seria viajes y no sería darles poder de nada. En cuanto al dinero solo faltaban un par de semanas para tenerlo completo, según la información que envió Giovanna y acerca de las ciudades acepte pero con la cláusula de que nada de trata de personas, mucho menos al tratarse de mujeres y niños.

Mi visita se vio extendida por un operativo en la mansión de Yaroslav, nadie lo esperaba y no hace falta decir que fue por el soplón de Alexei, el muy hijo de puta no podía irse sin hacer espectáculo. Tuve que huir con todo el equipo de se Yaroslav, algo a lo que nunca antes me había visto obligada porque siempre he estado en las sombras y nadie fuera del negocio entre Italia y Rusia conoce mi rostro. Cuando escuche entre los radios de los agentes a cargo del operativo sobre "El lobo" entendí que no solo Yaroslav era buscado, sino que también yo. No tenían ninguna fotografía mía pero si mi descripción porque el traidor me vendió por echar a perder su matrimonio arreglado. El maldito de Alexei ahora estaba en mi radar y lo va a lamentar.

—Yayo. —salude cundo contesto la llamada. —Perdón por la desaparición, pero mi teléfono se daño y hasta ahora pude contactarte. —una mentira más al yayo.

—¿Estas bien? —preguntó preocupado.

—Si, tuve que salir de la ciudad con Giovanna y el asunto se nos conplico más de lo esperado, pero ya estamos por resolverlo y estaré de vuelta en la ciudad. —Después de dos semanas había llegado por fin a Italia, el cruzar la frontera iba a ser difícil y si lo hacía por el aeropuerto solo levantaría las sospechas de quien buscaba a Yaroslav. —Lamento no poder avisarte antes pero era importante.

—No te preocupes, tómalo con calma y si tienes que estar más tiempo aquí nos encargaremos de tus clientes. —dijo comprensivo por la situación. —Elionor me pregunto si sabía algo de ti, ¿tampoco la has llamado?

—No, yayo. No tuve tiempo de avisarle y sin mi teléfono no había podido, además qué tuve algunos problemas en el camino. —problemas que eran básicamente escapar de la policía Rusa sin ser identificada. —¿Aún esta en la oficina? ¿Puedes enlazarme con ella?

—Claro que si, le alegrará saber de ti ha estado muy nerviosa por tu ausencia. —mi niña bonita, no debí dejarla sin decirle nada. Pero con las prisas de viajar olvide mi teléfono en el departamento. —Vuelve pronto, hija.

—Gracias, yayo. —espero unos segundo en la línea hasta que escucha la voz de Elionor.

—¿Edurne? —preguntó con duda. —¿Edu, eres tu?

—Si, mi niña bonita. —respondí feliz de volver a escuchar su dulce voz. —Soy yo, Eli.

—¿Por qué te fuiste? —preguntó en un susurro.

—Tuve que salir del país para arreglar unos asuntos. —No quise darle más detalles porque no quiero que se involucre más. —Pero regresaremos un par de días.

—¿Estás con Gio?

—Si, llegue hace unas horas y por eso me comunique contigo. —Lo habría hecho antes de no ser porque no quería ser arrestada. —El yayo me dijo has estado nerviosa, ¿Estas bien?

Mi Secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora