Mi Secreto.

29

La noticia de que mis padres se irían de vacaciones por más de tres meses me tomó por sorpresa, porque cuando comenzaron a planearlo solo serian un par de semanas y en un principio me había sumado a su plan, entendiendo qué podía ser una oportunidad para pasar vacaciones en familia como hace muchos años no lo hacíamos.

Luego entendí que lo que querían era tomar un crucero y que ambos lo necesitaban por tanto trabajo y tanto estrés, de inmediato comprendí qué no era un viaje corto y fue cundo decline la oferta para ir con ellos. Tardamos mucho tiempo en despedirnos, en primera porque no quería dejarlos ir tanto tiempo y en segundo porque estaría sola en casa. La soledad nunca ha sido de mis cosas favoritas. Cuando volví a casa con Edurne, ella me pidió hacer una maleta con lo necesario y que si se ofrecía algo pues podíamos volver por ello o simplemente comprarlo, dijo que papá le pidió que estuviera con ella durante este tiempo y lo agradecía infinitamente.

—Hola. —dijo mientras cepillaba mi cabello en el tocador del baño. —Estas preciosa incluso cuando estas a punto de dormir. —susurro dejando un beso sobre mi cuello.

—Amor, tu también estas hermosa incluso durmiendo. —dije viéndola a través del espejo. —No puedo creer lo amorosa y lo mucho que me mimas, cuando fuera de aquí eres fría y pareces ser un ogro todo el tiempo.

—Eres la única que despierta mi lado amoroso. —dijo posando sus manos sobre mi vientre.

—No te creo. —replique porque seguramente también lo fue con sus anteriores relaciones. —Tus novias siempre estaban encima tuyo para demostrarme que estabas con ellas.

—Así es, pero yo nunca busque su contacto… es más cuando lo hacían me sentía demasiado incómoda y buscaba alejarlas de mi. —Lo medite por un momento y es cierto, siempre les pedía amablemente que se movieran o Edurne las terminaba haciendo a un lado sin amabilidad. —Te amo ojitos y por favor deja de comparar nuestra relación con las anteriores. —pidió dejando suaves caricias en mi cintura. —Me canse de muchas veces rechaza su toque, que incluso creo eso les parecía bien y llegue a creer que les gustaba que las despreciara y por eso seguían conmigo cuando no mostraba el más mínimo interés. —me gire y rodee su cuello con mis manos. —No quiero que eso nos suceda, no quiero que te sientas desplazada o rechazada, nunca me sentiría bien haciendo eso y no me importa si me llaman gobernada o lo que sea, me tienes ojitos y eso siempre sera así.

—También te amo. —deje un suave beso sobre sus labios, nada sexual solo un momento romántico. —Y perdón por sacar a relucir tus anteriores relaciones, pero aún me es difícil creer que ahora estas conmigo.

—¿Qué tengo que hacer para que lo creas? Estoy aquí contigo, estas en mi departamento, duermes en mi cama, es a ti a quien le hago el amor todas las noches y eres tú quien disfruta de mi, dime que hacer para que tu cabecita deje de pensar en mi pasado. —pidió sin dejar de ver mis ojos.

—Perdón. —me abrace fuerte a ella y entendí que esto es real, estamos juntas y espero así sea por largo tiempo.

Nos fuimos a la cama y ella seguía silenciosa tras esa conversación en el baño, sé que es real pero mi mente me juega mal y me hace cuestionarme porque esta conmigo, ¿por qué conmigo si tenía a modelos a su lado?

Termine dormida entre sus brazos, no sé cuánto tiempo paso cuando sentí su cuerpo resolverse para salir de la cama, me hice a un lado y fue libre para levantarse. Estaba buscando algo y fue que escuche su teléfono vibrar.

—¿Kate? —preguntó soñolienta. —¿Como qué Giovanna esta herida? —fue cuando me levante de inmediato y busque ropa cómoda para ambas porque seguramente iríamos con ella y con Elionor. —¿Donde esta mi hermana? —se hizo un silencio prolongado hasta que volvió a hablar. —Ven aquí y quedate con Majo. —colgó y fue al armario. Fui tras ella y movió una parte del armario, era una falsa pared donde había todo tipo de armas y equipo táctico.