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Llegue aquí hace casi tres años, nunca creí que a tan corta edad ya habría pertenecido a dos de las mafias más peligrosas del mundo.

¿Como llegue aquí? Pues esta es mi historia.

Hace ya casi nueve años o poco más, Paulo llegó a la vida de Stepania: mi madre. Qué esa mujer de madre no tiene nada, comenzaron a alejarme de mi yayo y a pesar de que escapaba para visitarlo cuando volvía recibía las palizas de Paulo por hacer tonterías, como él lo llamaba. Un noche con fuertes tormentas fui sacada a la fuerza de la habitación que tenía y fui llevada a un puerto, donde me metieron con más gente. Eran tan solo una niña y mi futuro no era seguro.

No sé con exactitud cuanto tiempo pasamos en ese lugar oscuro, solo recuerdo que la señora que estaba a mi lado me dio de su comida y me arropo en las que supongo eran noches, el frio era infernal y cuando por fin pude ver la luz del sol nuevamente intente despertar a tan amable señora pero desgraciadamente ella no despertó. Las palabras de esos hombres aún las tengo grabadas en mi mente "es normal no todos llegan con vida".

Para ellos era normal dejar morir a personas que encerraban durante días sin comida, sin baño, sin nada. ¿A donde llegue? A Rusia. Según entendí del hombre que me entrego a una familia qué tenía dinero, o eso pude notar por la enorme casa qué tenían. No sólo era una familia rica, sino que era parte de la Bratva.

Tenía cuatro años, aprender el idioma no fue tan complicado como si ya hubiese sido adulto, rápidamente entendí que esa pareja me compro porque no podían tener hijos. Yo sería el remplazo de uno propio, la mujer era demasiado bonita con cabello oscuro y el parecido qué teníamos, los ojos verdes. El señor que asumió el papel de padre era demasiado alto y recuerdo sus ojos azules, no me pegaban y mucho menos me dejaban sin comer, lo único a lo que si fui obligada fue a tener un entrenamiento militar desde mi llegada.

Ekaterina, ese era el nombre de mi nueva madre, era buena y sobre todo más amable y cariñosa qué Stepania. Maxim, su esposo era firme conmigo, no me pegaba y lo agradecía, al menos había llegado a un lugar donde no sufría maltrato todos los días. Con el pasar de los años les tome aprecio y comenzaba a entender que yo sería la sucesora de Maxim dentro de la Bratva, pero lo que nadie esperaba era qué uno de sus hombres de más confianza lo entregaría a la mafia italiana.

Acababa de cumplir diez años y Ekaterina estaba preparando un pastel para celebrar el día que llegue con ella, la mujer en verdad me quería y no podía decir que era totalmente reciproco por la manera en la que llegue con ellos. Pero un catastrófico día la mansión donde vivíamos fue atacada y a pesar de los intentos de Maxim de protegernos lo mataron frente a nosotras. La muerte de Ekaterina no fue rápida, primero Kirill; el traidor se encargo de violarla y luego todos lo hicieron. Ver todo eso con diez años no es lo ideal para un niño, Ekaterina sufrió intentando evitar que yo viera esos actos tan inhumanos, lamentablemente no consiguió alejarme lo suficiente.

Mi Secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora