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Edurne.
La espera es infernal y si seguían tardando no solo el hospital ardería sino todo el puto país. Llevaba aquí ya más de dos horas y nadie salia a darme información de su estado, quería saber que estaba bien para ir a desmenbrar al inútil de Alexei.

—¿Estas bien? —preguntó Kate. Se quedo conmigo mientras Giovanna fue a buscar a Elionor.

—No.

No hubo más palabras y así estuvimos por otra hora, hasta que finalmente un doctor salió y llamó a los familiares.

—Lo lamento, pero…

—¿Pero que? —pregunte rápidamente.

—Mientras salíamos del quirofano, los camilleros la llevarían a una habitación…

—¿Como qué la llevarían? —Lo interrumpí antes de que siguiera. —¡¿Donde carajos esta?! —grite. No respondió y no me resistí más, lo tome del cuello y lo estampe contra la pared.

—Ya la buscamos por todos el hospital y… ella desapareció. —dijo con miedo por mi accionar. Quería matarlo ahí mismo por perder de vista a mi mujer, pero él ya hizo su trabajo con salvarle la vida. —La cirugía fue un éxito, logramos extraer la bala e iría a recuperación para que la vieran… pero…

—Edurne, basta. —fue la voz de Giovanna, Kate me separó del doctor con ayuda de Giovanna. Elionor solo veía lo que sucedía, ahora mismo mi hermanita no me preocupa porque sé que Giovanna la cuida.

Salí a toda velocidad del hospital, tengo que encontrarla porque si mi luz se apaga la todo el puto mundo también lo hará.

—Edurne. —era Kate quien venía detrás de mi. —Espera. ¡Edurne! —me detuve, pero por su llamado, más bien porque la necesitaría.

Me guió al auto, subimos y no sabía a donde me llevaba, luego de varios minutos me dejo en mi departamento diciendo que tenía trabajo qué hacer. Sabía a que trabajo se refería, entre y mis pies me llevaron a mi habitación, con solo entrar mi mundo se derrumbó porque la mujer que amo fue herida por protegerme y ahora esta desaparecida porque algún malnacido la secuestro. Me tire al piso y nuevamente en años lágrimas llenaron mi rostro. No podía derrumbarme ahora, tengo que encontrarla y cuidarla. Nuestra historia no puede terminar así, apenas estaba comenzando y ahora la arrebatan de mi lado.

Cuando desperté lo hice en automático, me aliste y salí de mi departamento con dirección al "TENTACIÓN". Al llegar Kate tenía a bastante gente moviéndose por todos lados, principalmente en rastrear su localizador.

—Ojitos, es para ti. —susurre contra su cuello. Le termine de poner el collar con un trébol de cuatro hojas, no era cualquier dije; este tenía un localizador en su interior. Solo era precaución, nada más que eso.

—Es hermoso.

—No tanto como tú. —me abrazó por la cintura y escondió su rostro en mi cuello. —Te amo.

También te amo. —la deje ir para que se alistara para dormir.

Me senté en la cama recargando mi espalda en la cabecera, espere a que saliera y cuando lo hizo se sentó entre mis piernas. La abrace por la cintura atrayendo su cuerpo más a mi, escondí mi cara en su cabello y comencé a dejar suaves besos en su cuello.

—¿Edu? —llamó y solo asentí dejando más besos sobre su cabello. —¿Algún día quieres hijos?

Mi Secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora