6. ¿Fantasmas?

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Pacífica

¿Que habia dicho? ¿que me las arreglaría sola?
Si, bueno...no estaba resultando tan bien.

De entrada no fue sencillo comenzar a vivir en una casa ordinaria, sin sirvientes, ni cosas lujosas, ni padres...pero comenzar a vivir allí con situaciones paranormales de vez en cuando era algo que no podía resistir.

Desde el día que una fuerza invisible intentó arrastrarme hacia el bosque en la fiesta de bienvenida de los hermanos Pines, las cosas extrañas no dejaron de atormentarme.

Y ya estaba harta.

Si intentaba poner la mesa los cubiertos comenzaban a flotar por toda la casa, si intentaba maquillarme las cosas se movían justo en el momento en que aplicaba el producto sobre mi piel, mi ropa y comida desaparecían, me jalaban la manta mientras dormía, cuando intentaba bañarme solo salía agua fría, las ruedas del carrito de golf siempre amanecían pinchadas...en fin.

Había llorado y gritado de la rabia varias veces

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Había llorado y gritado de la rabia varias veces. Probé con hechizos que busqué por internet y casi prendo fuego toda la casa, y aún así esas cosas no habian dejado de molestarme.

Al menos no me habían controlado a como la vez en el bosque.
No se atrevían a tanto.

Las cosas que sucedían me traían flshbacks de lo ocurrido en la mansion unos años atrás y recordarlo me hervía la sangre.

Si acaso esos fantasmitas estaban molestandome de nuevo los haría trizas.

Aún no sabía cómo, pero tenia una idea por dónde comenzar a buscar.

Y no, no iría en busca de Dipper.
No otra vez.

Tenia la idea de que visitar mi antigua mansión, ahora la del viejo Mcgucket, me daría alguna pista para que los malditos fantasmas (o lo que fueran) dejaran de molestarme. Incluso el viejo asqueroso que vivía allí podría ayudarme.

Nadie debería enterarse.
Tenía que aparantar que podía vivir sola y sin ayuda. Tal vez así mis padres me llevasen a su proximo viaje. No debía molestarlos ni avergonzarlos con los problemas que estaba teniendo.

Y aunque me atemorizaba mas de lo que quería admitir, yo me encargaría.

.............

Tocó vestirme con lo que encontré, ya que todo lo demas estaba desparecido.

Malditos.

No tuve otra opción mas que ponerme unos jeans rectos y anchos, una remera rosada y ajustada manchada con salsa de tonate y un buzo negro que parecía bolsa de basura para cubrir lo horrible que estaba la remera.

Recojí mi cabello en un rodete desaliñeado y me cubrí con la capucha del buzo con intención de que nadie me reconociera.

Sentí que necesitaría armas o algo con lo que defenderme si las cosas se ponían raras, pero la idea de cargar con un cuchillo o lo que fuera me incomodaba, y no quería perder el control y que lo usasen en mi contra.

Opté por llevar nada mas que agua, una linterna, cerillas y una cámara de fotos.

Al diablo.
Si moría era porque debía hacerlo.

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