Tras la primera charla con Yoongi, me sentí muchísimo mejor. Me sentí desahogada y aliviada tras contar esos momentos trágicos de mi vida.
Con él doctor llegué a la conclusión de que debía seguir hablando y desahogándome. Decir las razones por las que me siento mal, curiosamente me hace sentir mejor. Así que Min Yoongi se convertiría en mi psicólogo personal o por lo menos en la persona que escucharía todas mis quejas y problemas. Solo esperaba no ser demasiada molestia para él.
Ya le había contado mis tres primeras razones y las tres eran cosas que debía superar con el tiempo. Los definiría como traumas de mi infancia.
—- ¿Cómo te sientes hoy? —preguntó él chico tomando asiento al borde de mi cama.
Como solía hacer cuando él venía, llegó a primera hora de la mañana. Venía con su mochila y una de sus típicas sudaderas oscuras. Esta vez apareció con gafas, hacía un tiempo que no le veía con ellas.
Hoy no me encontraba muy bien, estaba en unos de esos días en los que odio ser mujer. Y lo que menos ganas tenía era de levantarme de la cama, él se preocupó al verme aún en ella y no haciendo cualquier tontería con mi ruidosa compañera de piso.
—- Estoy bien, solo hoy no tengo ganas de ir a las actividades. —Solté con un tono desganado.
Me sentía un poco adormecida y desorientada, además de tener un ligero dolor punzante en mi vientre bajo. Ya me había dado medicación, así que solo me quedaba esperar a que hiciera efecto.
—- Podemos ver una película y después hablamos un poco más a fondo como ayer.
No me pareció mala idea, él siempre suele traer su Macbook para estudiar. Una película no nos haría daño a ninguno e íbamos a estar solos hasta la hora de comer o incluso hasta la tarde noche.
Él tomó la iniciativa de acomodarse a mi lado, se quitó las zapatillas y metió sus piernas bajo las sábanas del hospital. Su cercanía me puso nerviosa, hacía demasiado tiempo que no nos acercábamos tanto y ahora mismo su cuerpo tocaba el mío. Su brazo se había quedado encima del mío, pero él no había terminado de acomodarse. Al ver que eso podía hacerme daño, no tardó en mover con delicadeza mi brazo y ponerlo sobre el suyo, para evitar dañarme.
Me sorprendió cuando busco una película infantil para ver, no era mal momento para ver El rey león. Aunque yo era de las que lloraba en la muerte del padre de Simba.
Creo que la película fue elegida con criterio, tras terminar de verla dos horas después comprendí que yo era Simba y que Min Yoongi había elegido esta película adrede.
Simba vive la muerte de su padre, como yo viví la de mi madre en su momento. Pero él llegó a superarlo y consiguió convertirse en rey, aún con todo el dolor y las adversidades.
El pudo seguir su vida y yo debo poder con la mía.Quizás eso de ver películas animadas antiguas, es una forma de aprender qué mensajes había ocultos y nunca entendí siendo más pequeña.
—- No esperaba que fueras a llorar con la película, si no hubiera elegido otra. —dijo él con una pequeña sonrisa, mientras me pasaba un pañuelo.
Era obvio que aún sabiendo que iba a llorar me la iba a poner, porque era necesario para mi verla. Me limpie las lágrimas y acomode de nuevo mi cabeza sobre su pecho. Él mismo me había dicho que me acomodada así durante la película, para estar más cómodos.
Y no se equivoco la verdad me gusto sentir su cercanía, poder oler su peculiar aroma varonil mezclado con menta y sentirme protegida por sus brazos. No era un secreto que Min Yoongi me hacía sentir cosas especiales, me hacía sentir bien.
—- La verdad es que es una de mis películas favoritas, aunque me ponga un poco sentimental. Creo que tienen un mensaje muy bonito, cuando lo comprendes.
—- ¿Entonces entiendes el mensaje de Hakuna Matata?
—- Esa palabra se refiere a “Ningún problema”.
—- Si, ¿pero entiendes el mensaje de la canción y de la palabra en sí? Hakuna Matata, vive y deja vivir. Hakuna Matata, vive y sé feliz.
—- Comprendo que la canción da el mensaje de por muy jodida que esté la situación, ningún problema debe impedirle vivir y ser feliz.
—- Exacto, añadiendo la historia detrás de Pumba y Simon, quienes también sufrieron adversidades. Pumba era víctima de bullying, por ser diferente a los demás y Simon no se sentía bien siguiendo las tradiciones de su familia, quería explorar y vivir su propia historia.
—- ¿Crees que yo soy Pumba y tu Simon?
El no pudo evitar reír, ante mí pregunta. Pero iba en serio, esos dos animales se unieron tras pasar adversidades. Algo muy similar a nuestro caso, ambos éramos especies raras.
—- No deberías compararte con un jabalí, diría que eres más bien Simba. Jungkook sería Pumba y yo Simon.
—- ¿Por qué Jungkook sería Pumba?
—- Ese chico tiene unos gases horribles y ronca como un cerdo… te lo digo en serio, dormir con él es horrible.
—- ¿Dormís juntos..? Wow no pensé que os pudierais gustar.
Me sorprendió escuchar eso, sabiendo que se odian a rabiar.
—- ¿¡Que!? ¡NO! ¡No me gusta ese mocoso engreído con problemas de estómago!
Grito espantado, algo que me hizo soltar una carcajada y me animó a seguir molestando un poco más.
—- No te preocupes, no pasa nada si te gusta. Es comprensible.
—- ¡No me gusta, Airin! Tu eres la única que me gusta… Osea que… yo no… a mi solo me gustan las chicas.
Ambos nos quedamos en silencio mirándonos, él tenía las mejillas sonrojadas y se notaba nervioso por cómo tragaba saliva. ¿Yo le gustaba en serio? Después de todas las estupideces que hice me sorprende que tenga interés en mi.
—- ¿Seguro?
—- A día de hoy, si, seguro. Físicamente solo me atraen mujeres, no sé qué será de mis gustos en veinte años. Pero por el momento sólo me interesas tu.
—- ¿Yo…?
—- Creo que no es ningún secreto que me gustas… Me gustas desde la primera vez que hablamos y aún más cuando empezamos a conocernos un poco mejor.
Ambos volvimos a quedarnos mudos, solo nuestras miradas hablaban entre sí. Él parecía morirse por besarme y yo no sabía cómo actuar en un momento como este.
Solo pude dejarme llevar por él, él tomó la primera iniciativa levantando un poco mi barbilla y así estar más cerca de su anatomía. Fue acercándose lentamente a mis labios, cerré mis ojos nerviosa y esperé ansiosa a notar sus labios sobre los míos.
No me consideraba buena besando, así que esperaba que él tomará las riendas de todas las acciones. Sentir sus labios me llevó a otro planeta, tan suaves y delicados. Era un beso lento, pero intenso. Como si llevara un siglo esperando poder hacerlo.
❅─• 「 」 •══••✧๑♡๑✧•ஓீۣۣۣۣ፝ۜ፝ۜ͜͜͡͡ ۣۣ፝ۜ͜͡ஓ♡
Esta historia está a nada de llegar a su fin, quiero que termine con 50 capítulos más epílogo ♡
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11 Razones Para Decir Adiós. +18
AléatoireAirín Martínez una chica de 23 años, estudiante de veterinaria en la universidad. Esta pasando por su peor etapa en la vida tras la pérdida de alguien muy importante. Se siente sola y cree que a estas alturas subid ano tiene ningún tipo de sentido...