La hora y media que estuvimos estudiando fue tranquila, él intentaba que me sintiera cómoda a cada rato. Sonó una notificación en su teléfono, eso nos desconcentró a ambos. Normalmente él suele ponerlo en silencio y evita tocarlo, pero esta vez le puso atención.
Tanto que me pareció raro que se incorporará y tomará asiento. Lo miré curiosa, él no tardó en arrugar la cara y apartar el móvil de su visión.
-- ¿Airin alguien te está amenazando?
La pregunta me pilló por sorpresa. Y si, lo estaban haciendo con el dichoso video de tae. No pensé que fuese algo relevante, hasta que él me mostró su móvil.
-- Un número desconocido me envió este video, añadiendo esta amenaza. O me alejó de ti o lo publican...
Sus palabras me cayeron como balde de agua helada. ¿Por qué alguien querría que me alegra de él? Contra más tranquila intento vivir, menos puedo.
Me puse en pie avergonzada y comencé a guardar mis cosas, debía irme de ahí de inmediato.
-- Hey hey espera ¿¡donde vas!?
-- Yo debo irme... ya es bastante vergonzoso que lo veas tú, sería aún más humillante que lo viera toda la universidad.
Él me lo impidió agarrando mi brazo y acercándome a él. Sentí mi pulso acelerarse cuando acomodó sus manos en mi cintura consiguiendo toda mi atención..
-- Esto lo a mandado un retrasado que no sabe que un teléfono puede rastrearse, no voy a alejarme de ti por esta tontería... y tampoco creo que muchos sepan que eres tú.
-- No quiero problemas Yoon y ese video puedo joder mucho a mi padre y también al presidente Kim, Taehyung también tiene una imagen que guardar... Jeon sabe que ese tatuaje es mío.
El chasqueo la lengua, girando la cabeza para alguna de las esquinas de la habitación.
-- Así que Taehyung, no lo había reconocido... -volvió a mirarme atento, él sabía cómo calmarme con sólo escuchar su voz.- Tú hazme caso, llamaré a mi padre y a mi amigo Hoseok, el rastreara el inicio del video y quien fue el que me lo mandó a mi.
Debía fiarme de él, porque no me atrevía a contárselo a mi padre. No soy una persona tan abierta con él y más en cosas tan íntimas. De mis cambios hormonales hablo más con mis hermanos que con mi padre. Esos temas solía hablarlos con mamá, pero ella ya no está.
No podía apartar la vista de sus ojos gatunos, él parecía estar inspeccionandome con ellos. Sus manos seguían firmes en mi cintura y su abdomen estaba casi rozando el mío. A él le encantaba romper mi espacio personal y a mi empezaba a gustarme eso.
Nuestro silencio se vio interrumpido cuando la señora Min entró por la puerta sin avisar.
-- Chicos queréis ga... -Nos apartamos rápidamente- Creo que tal vez deba volver en otro momento...
-- Amh no mamá, ahora bajamos a comer algo... Estamos estudiando algo de anatomía, los átomos son una cosa barbara... -bromeó rascándose la nuca nervioso.
Me limité a asentir con la cabeza, esperando que esa mujer lo creyera y no pensará que estaba haciendo cosas poco impuras con su hijo.
-- Ajam, no necesito detalles mientras recuerden usar el gorrito. -soltó mientras se alejaba por el pasillo.
-- ¡Mamá por dios! -Gritó el avergonzado cerrando la puerta.- Prefiero a tu padre, en serio... esa mujer es una entrometida.
Se quejaba mientras recogía los libros y sus apuntes.
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11 Razones Para Decir Adiós. +18
AcakAirín Martínez una chica de 23 años, estudiante de veterinaria en la universidad. Esta pasando por su peor etapa en la vida tras la pérdida de alguien muy importante. Se siente sola y cree que a estas alturas subid ano tiene ningún tipo de sentido...