E. 18

299 28 3
                                    

Narrador;


Madison miraba como bill caminaba de un lado a otro mirando sus manos, no entendía ni siquiera por qué caminaba, llevaba diez minutos o más de veinte de esa manera. Llegó a las doce y de un rato conversando se puso a caminar, tampoco entendía el porqué tenía dos pañuelos amarrados, estaba por hablar pero justo se le ocurre hablar al pelinegro, mirándola con una sonrisa genuina.

- Tengo una sorpresa para ti, ¡Pero!...tengo que vendarte los ojos.

- ¿Sorpresa?.

- Si, solo cierra los ojos que te pondré una venda y...verás la sorpresa en un rato.

Cerró los ojos tal y como bill dijo y el colocó un trapo tapando sus párpados, le hizo un pequeño nudo atrás, no tan fuerte para que ella lo pudiera quitar.
No escuchaba nada...y, eso era lo que le aterraba a madison, bueno si, el estar sentada y sin escuchar ruidos sabiendo que su novio hace unos segundos le informó que tenía una sorpresa para ella, le parecía emocionante el saber que era y tambien le parecía aterrador el saber que no era.

Respiró pesadamente y apretó muy fuerte sus manos, las uñas rascaban sus propios nudillos, estaba por pensar...tal vez creer que bill se había ido. Tanto miedo no tenía de lo que pasará, de lo que bill estará o estaría haciendo, estaban en la sala normalmente y en la propia casa de ella.

- ¿Te haz ido?-. Preguntó y luego escuchó como si alguien trajera un tipo de bolsa y con cosas en ella porque el sonido fue un crujido, o algo así.

- Puedes quitarte el pañuelo-. Lo quitó lentamente para así está vez ver a bill sin camisa, el se encontraba de un lado, no recto, pero la camisa estaba tapando su torso del otro lado.

- ¿Y la sorpresa?, ¿Por qué estás sin camisa?.

- Me tatué tus ojos.

- Qué...¿Qué te tatuaste el qué?-. Bill quito el pañuelo que estaba en el antebrazo, de la misma dirección y le enseñó el tatuaje.

- No puedo creerlo-. Cogió el brazo de bill para ver más de cerca y con la otra mano cubrió su boca, la peli castaña de madison quedó sorprendida por el...lindo, si, y asombroso tatuaje que quedo perfectamente bien.

- ¿Te gustan?, me los tatué para a si verlos todos los días en mi brazo...y claro, antes de dormir y a todo tiempo.

- Está genial-. Quién vea a madison, obviamente diría que le brillan los ojos.

- Eso no es todo-. Se desató el otro pañuelo que estaba en su brazo posterior del lado derecho y dió vuelta, quedando de espalda...madison trato de no mirar desorientada, por qué...

- ¿Te tatuaste mi mordida...?.

- Si lo hize-. Dijo aún de espalda.- ¿También te gustó?.

- Me parece loco, pero se ven como si fueran letras...¿Es un círculo?, bueno, si está genial.

- A mi me gustaron los tres tatuajes.

- ¿Cómo que tres tatuajes?.

Bill viro y en su torso se encontraba escrito el nombre de madison en grande con la letra muy linda, un pequeño corazón estaba en el puntito de la "i".
Madison colocó su mano en su frente y agachó la mirada, ok, tal vez otra chica que tenga como novio a bill estaría más contenta que madison. Pero madison internamente se decía que con un tatuaje bastaba.

- Te adoro realmente.

- ¿De verdad?, Yo te gano por qué yo te adoro más...cierra los ojos otra vez.

𝐄𝐑𝐄𝐒 𝐔𝐍 𝐕𝐀𝐌𝐏𝐈𝐑𝐎; 𝓑𝓴 - EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora