E. 47

175 17 6
                                    

| Día siguiente|

Madison:

Mirando mis pies y volviendo a tirar mi cabeza hacia atrás, me he levantado por el molesto rayo de sol entrando por mi ventana.

Mire por debajo de la cobija, seguía sin prendas, ni siquiera me había acordado sobre eso...no puede ser.

Bill no estaba a la vista y estaba bien por el momento.

Con pereza y un poco somnolienta me levanté de la cama llevando conmigo la cobija enrollada en mi cuerpo, llevando también un conjunto para ponerme.

Me duele el cuerpo como nunca, y me estoy observando en el espejo que está en mi baño, estoy re contra que moreteada por el cuello, como mierda se ha pasado bill.

Bueno y yo también, me dió de todo y le exigí más. Las piernas las sentía tan debil, en serio, al pararme me temblaban pero puedo caminar y no se nota del todo. Abrí la llave y comencé mi aventura en bañarme, más que nada jugaba con el jabón a supuestamente gastarlo. No lo conseguí fácilmente, me di cuenta que estaba desperdiciando lo que muchas personas necesitan ciertas veces, quiero decir, los que se bañan...los que no, pues no.

Estando de lo más enjuagada, salí y cogí una de las cuantas toallas dobladas en el pequeño armario, el baño es muy grande. Lave mi cara y cepille mis dientes, salí vestida de una vez.

Sabemos que la solución para que no se noten los chupetones es ponerse un abrigo de mangas largas y con cierre hasta el cuello. Pero no hace frío, me mirarán raro abajo leah y vittorio. Así que me puse base logrando tapar aquellos que queria. De igual, yo no creo que se note nada más...a más de las mordidas y los morados por el abdomen, por los hombros lo mismo.

Y el labio dañado, baje las escaleras con la mano en el pecho, tengo hambre sinceramente.

- Buenos días, ¡Maddicita!.

- Eh...buenos días billy, y a ustedes dos también-. Me senté al lado del nombrado y mire a leah junto a su esposo, comiendo y devorándose todo.

- ¿Cómo te sientes?-. Por debajo tocó mi muslo disque disimuladamente.

- Mejor que nunca, ¿Por qué?-. Respondí mirando lo.

- Por nada, ¿Deseas desayunar?-. Me sonrió.

- Si.

Asentí y mire como destapaba un plato dónde se encontraban alitas en varias salsas, si, ese era el desayuno.

Por otro lado, sabía que bill estaba actuando de esa manera por qué leah estaba en casa, sino, lo contrario sería la ignoracion por parte de el hasta que yo me acerque y hable...pero puede que no se comporte así.

- Ey, madison-. Hablo vittorio, dejando a un lado sus alitas y quitándose los guantes transparentes, progresivamente señalando me.- ¿Qué sucedía ayer en tu cuarto?, no quiero ser entrometido, pero...¿Pasó algo?.

- ¿Como que pudo haber pasado?-. Dije, por qué no entendía a qué se quería referir.

- Pues...yo tampoco quiero ser entrometida en algo que quizás tú y entre bill paso, bueno exactamente quiero decir...¿Bill te pego ayer?.

- Leah-. Aclare un poco mi garganta.- ¿Por qué dices eso?.

- Madison, es que ayer veníamos atrás de ustedes, no exactamente atrás...llegamos después, vittorio ya quería dormir y entonces subimos dirección a mi habitación, pero vittorio se acerco a tu puerta por qué había escuchado algo y me comenzó a susurrar: mi amor, creo que bill le esta haciendo algo a tu hermana.

𝐄𝐑𝐄𝐒 𝐔𝐍 𝐕𝐀𝐌𝐏𝐈𝐑𝐎; 𝓑𝓴 - EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora