𝐄𝐑𝐄𝐒 𝐔𝐍 𝐕𝐀𝐌𝐏𝐈𝐑𝐎; 𝓑𝓴 - EN EDICIÓN.

E. 19

| 30 de abril |

Narrador;

¿Un vestido, una iglesia?.

Andando madison, ¡Ponte los malditos tacos ya!, ¿Qué hay de leah?, ¿Estará nerviosa?...no se entiende nada, pero lo que si se puede decir, es que hoy se casa la peli negra. Muy rápido para que la pelo corto se case a finales de abril, conoció a vittorio y fue pedida de mano por ahí. Incluso ni han pasado meses, ni años, apenas dos semanas...y, cuatro días.

- ¿Podrías decirle al rubio de tu amigo que se apure, hija?-. La mamá de madison la miró, su expresión era una de desespero.

- ¿Puedes esperar?-. Trató de poner muy bien su taco, la tira transparente le apretaba demasiado el tobillo.

- ¿Esperar?, tu padre acaba de arrancar en el carro dnde va tú hermana. Tengo que llegar ahora.

- No hagas estresarme-. Hizo movimientos circulares con sus tres dedos en su cien, el escuchar por aquí, el por allá...y eso que ella no se casaba.

Le dolía la cabeza escuchar una voz más, trataba de entender como se preparó todo tan rápido, como sucedio. De igual, su cabeza también dolía porqué el maldito segundo taco no lo encontraba.

No puede pasar justo ahora, ¡El maldito taco lo tenía aquí!...en la mente de madison esas palabras llegaban.

- ¡Al fin!-. Dijo la mamá con alegría y sonrío, corrió a la puerta y trepó n el carro.- ¡Apúrate madison!.

- No encuentro el taco-. Madison ya estaba por chillar, era lo normal, así como cuando tu pelo está muy enredado y no lo puedes peinar, te frustras y estás por arrancarte el pelo, de esa manera se encontraba madison.

Miró desesperadamente por doquier la sala, en esa silla frete a ella estaba el taco. Caminó y lo cogió brusco, tenía ganas de tirarlo por todos lados, después de todo el taco no tenía la culpa de que la castaña no mirara para al frente ¿No?.

- ¡Estás divina!-. Julia se asomo por la ventana del gran auto y le sonrió, estiró su mano y la hecho para atrás, indicando que se subiera.

- Maneja a toda velocidad, tenemos que llegar a tiempo.

- Señora marisol, tenga por seguro...que ahoria verá lo que es velocidad-. Steven se volteó y guiñó un ojo.

- Calla el osico y ahora conduce.

- Tú solo ponte tu taco, peli castaña...y no calles a tu querido mejor amigo.

3:56 PM.

- Agárrenme...-. Bill se sostuvo fuerte de los brazos de sus hermanos, a penas vió a madison pisar la iglesia con esa glamuroso vestido, s quería arrodillar para rezarle a tremenda hermosura.

Aunque claro, el trataba de verla bien por qué...la que iba primero era leah con su grande y asombroso vestido blanco, el padre de su prometido iba a un lado, Vittorio estaba en el altar, mirándola. Madison iba detrás con la mirada a bajo, corrió a los bancos de la izquierda y se sentó.

- Eres el único diamante que brilla aquí, los demas son rocas-. Le dijo bill en susurro.

La peli castaña dio un brinco de susto y miro a su costado, lo miró con ojos entrecerrados y sonrío, olfateó tratando de averiguar de dónde venía ese tan exquisito aroma, obviamente disimuladamente su nariz dio en el cuello de bill.

- Maldito perfume-. Hablo muy bajo separándose de bill, pensó que el escuchó, pero no.

Tomaron asiento juntos, steven junto a su novia estaban abrazados delante de ellos y...nicolás estaba hablando ahora mismo con una amiga de leah. Madison reconoció algunos que otras personas allí, las reconocía porque leah los invitaba a casa. Siempre veía como se quedaban conversando con ellos en la sala o viendo películas. Ella con doce y leah con quince, luego ya no invitaba a nadie a casa y se dedico a salir con ellos todo un siempre. A si llevó hasta ahora.