Cap: 22 En el bosque (+18).

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"El amor entre un psicópata y una suicida es lo más lindo que hay. Él mataría por ella y ella moriría por él".

Termine de cortar uno de los cuerpos y lo lance al fuego que cree en el bosque.

La verdad que me desespere y acabe con todos ellos,ya habían tenido mucho tiempo allí.

Esperé hasta que solo quedaron cenizas fui a la cueva me di una ducha y me cambié de ropa.

Me iba a colocar la que había traído puesta pero me es incomodo tener que colocarme la misma ropa así que me cambié por un Jersey blanco, unos pantalones negros y botas trenzadas negras.

Salí del lugar dejando todo limpio, cerré todo con las medidas de seguridad necesarias y le ordené a Tina colocar la red invisible.

La red invisible es un campo de fuerza eléctrica, la cual si esta colocada no la podrás ver, pero si la tocas o te rozas con ella te lanzará a 15 metros lejos de ella y el lugar.

Pensé en subirme a la tirolesa de nuevo para no tener que caminar pero lo descarte y decidí caminar.

Caminé con calma por el bosque rodeada de grandes árboles, flores y arbustos.

Sé que hay lobos en este lugar, bastantes y peligrosos pero me gusta el peligro y ya he estado en persona con aquellos animales feroces los cuales no me hicieron nada y no me harán nada.

También hay osos pero están en un lugar apartado, los he visto de cerca hay una pequeña manada, una mamá oso y su cría, la pequeña cría es muy inocente.

La primera vez que nos encontramos la madre no me ataco, porqué los animales no atacan si los atacas, cuando vieron que no era una amenaza para ellos me dejaron y siguieron su camino, me guíe de ellos y encontré esta cueva, y la de ellos que está mil veces más lejos de la mía.

Así descubrí la cueva que es uno de mis hogares.

Salí de mis pensamientos al volver a sentir ese tan característico sentimiento de ser perseguida, vigilada.

Aquella mirada en mi espalda.

Me agache frente a una planta de fresas y tome una disimulando mi otra mano la cual la guíe a mis bota donde estaba mi navaja.

Lave la fresa con agua, la comí y seguí caminando, cambiando la ruta y me dirigí a la zona más arbolada del bosque.

Cerré los ojos un momento para visualizar a aquella persona, y lo vi.

Pelo rojo.

Maldecí en voz baja, al sentir que es quien creó que es y lo intente de nuevo.

Visualice el aura, el sentir de sus pasos, y su mirada en mi.

Aura peligrosa, amenazante, sensual, provocativa, atrayente.

Pasos calculados y seguros.

Mirada intensa pero que grita peligro que me hace sentir muy caliente.

Suspiré sabiendo quien es y abrí los ojos.

-Deja de jugar a seguirme y sal de ahí-dije lo suficientemente alto para que me escuché perfectamente.

No respondió y me detuve abruptamente.

Mire cada árbol en silencio pero sin encontrarlo.

-Contare hasta tres, y saldrás, o si no...

-¿O si no que?-pregunto con su voz varonil y sensual.

Mire a todos lados pero su voz a resonado por todo el bosque y no lo pude ubicar.

Amor sangriento (Compatibles) Libro:#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora