Cap: 20 Picante.

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Desperté de golpe y me removí.

No le doy importancia a estos extraños sueños, así que lo tomaré como siempre, con: tranquilidad.

Me di cuenta de que el otro lado de la cama estaba vacío y frío, eso quiere decir que Kian ya se ha despertado más temprano.

Suspire, me coloque de pie, me di una ducha y me vestí con un Jersey blanco, falda de satín color crema, y unas botas de tacón color blanco.

Me coloque frente al espejo y retiré los pupilentes, y me coloque unas gotas en los ojos para estar mejor.

Se que mis ojos son hermosos, pero son mi mayor inseguridad.

Puedo ser hermosa, pero siempre habrán inseguridades y una de ellas son mis ojos.

Puedo aparentar ser perfecta, pero nadie es perfecto.

Suspire, me dedique a peinar mi larga cabellera en una coleta alta con mis respectivos mechones sueltos a cada lado.

Organice mis cosas, me asegure de que todo esté en su respectivo lugar y organizado.

Sali de la habitación y me encontré con Anatoly en el pasillo, el cual sonrió al ver mis ojos.

—Hermosa—dijo con una sonrisa.

Reí— Gracias, y….buenos días—le guiñe un ojo con picardía y el río conmigo, se acerco y dejo un casto beso en mis labios.

—Estos si son unos buenos días, hottie—dijo alzando una ceja en mi dirección y sonreí con mis mejillas sonrojadas.

Hottie:«Bombón».

Joder, que con ellos sonrío y hablo más de lo que estoy acostumbrada.

—Lo mismo digo, Guapo—El sonrió y me acompaño a la cocina hablando de cosas triviales y el sacándome sonrisas.

La verdad es que creo que con el puedo pasar todo el rato hablando y nunca nos cansariamos por nuestros cambios de tema.

Al llegar a la cocina me encontré a Kian decorando unos platillos.

—Te recomiendo que para que quede con un buen toque decorativo más apetitoso, le agregues perejil.

El sonrió y asintió.

—¿Sabes sobre platillos de cocina?—me pregunto.

—Es la mejor cocinera que podrás conocer—dijo Serik a mi espalda, besando mi cabeza e inhalando el olor de mi cabello—Buenos dias, Adaria.

Sonreí —Buenos días, Serik.

Sonreí asintiendo de acuerdo a sus palabras.

—¿Y has cocinado muchos platillos?—Pregunto Kian en mi dirección.

Sonreí negando—Hace mucho que no cocino platillos grandes o muy elaborados, Pero todavía tengo mis trucos de cocina—reí y el me acompañó.—¿Sabes de cocina?.

—Quizás no tanto como tú, pero se me da. Quizás deberías darme clases de cocina.—sugirió.

Negué divertida—No estés tan seguro, quizás yo, ya haya perdido la práctica, pero te podre dar algunos consejos—el asintió y reímos y preparamos el desayuno juntos.

Y preparamos un platillo picante para mí, sonreí de emoción viendo que a Kian le salió mejor de lo que a mí se me dan.

Hicimos enchiladas de pollo, las cuales compartí con Serik ya que el quería probar ese platillo.

Nos entendemos bastante en el tema de la cocina, ya que comentamos algunas cosas, y pues con Anatoly, Serik y Naël pues la pasamos entre risas muy entretenidos.

Amor sangriento (Compatibles) Libro:#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora