Amor sangriento (Compatibles) Libro:#1

Cap: 33 Control✷

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[Este capítulo va dedicado a NoePreciadoRivas por su cumpleaños, Feliz cumpleaños reina preciosa ❤️✨]

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Desperté sintiéndome extrañada por la ligera presión que sentía a ambos lados de mi cuerpo.

También noté un peso en mi cintura. Abrí los ojos y me encontré con un cuerpo frente a mí.

Confundida, levanté la mirada y vi a Máximo dormido con el brazo sobre mi cintura, y el otro brazo pertenecía a Alexandre.

Suspiré al darme cuenta de que estaba en mi habitación del penthouse, recordando todo lo que habíamos hecho la noche anterior.

Me levanté sigilosamente, coloqué el brazo de Alexandre sobre una almohada y me dirigí al baño con pasos torpes.

Suspiré al mirarme en el espejo. Llevaba puesta una camiseta de hombre y nada más debajo.

Recordar lo que había ocurrido ayer me hizo sonrojar fuertemente las mejillas.

Lo que pasó es normal entre los compatibles. pensé mientras sacudía la cabeza sin saber qué pensar. Me dejé llevar por el momento.

Estaba sola en la ducha, hasta que sentí a alguien detrás de mí. Me tensé, pero al ver que era Alexandre, me tranquilicé.

-¿No estabas dormido? -pregunté girándome hacia él sin importarme su desnudez.

-Como dijiste, estaba -respondió con su característica voz ronca. Sonrió y besó mi frente. Suspiré relajándome con su toque. -Además, no sé cómo se te ocurre querer que me quede con una almohada. Tu cuerpo con eso no se puede confundir.

-Lo sé. Además, ¿cómo sabías que yo no estaba? -pregunté curiosa mientras él me lavaba el cabello.

-Tu cuerpo es cálido, la almohada estaba fría y también sentí cuando te alejaste también escuché la regadera y quise acompañarte en la ducha para ahorrar agua -sonreí sin decir nada mientras él seguía lavándome el cabello.

Salimos de la ducha y él fue a su habitación a cambiarse.

Yo me cambié y me quedé secándome el cabello con una toalla, mientras veía a Máximo vestido con el uniforme de la central, mirándome desde el marco de la puerta de la habitación.

No le di importancia y seguí con lo que estaba haciendo.

-Tenemos que ir a la central, ¿irás con nosotros? -preguntó con indiferencia.

Dejé de secarme el cabello para mirarlo.

-No, no iré con ustedes -dije. Ante su mirada inquisitiva, añadí: -Hoy tengo horas libres, así que no los acompañaré.

Él asintió y luego se acercó a mí, dejando un casto beso en mis labios, gesto que me sorprendió un poco, pero correspondí.

Bajé a la cocina y me despedí de los demás, ya que iban a ocuparse de sus asuntos.

Mientras estaba sola en la cocina, me dirigí a tomar el menú para pedirle al robot automático mi desayuno, pero encontré una nota.

Fruncí el ceño confundida y abrí la pequeña nota.

"Discúlpanos por no quedarnos contigo hoy. Debes estar un poco molesta, pequeña, y Máximo lo notó por tu comportamiento. Para compensarlo, ve a la sala de estar. Allí encontrarás algo que es tuyo.