Cap: 30 ¿Celosa?

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Nunca en mi vida me había divertido tanto.

Además, fue un momento con ellos donde solo éramos nosotros, donde me sentía completa.

Ahora me encuentro en la central.

Estoy en el área científica entregando mis trabajos mientras espero que el señor Abraham me diga qué tal están.

Durante mis primeros días aquí en la central, él fue mi instructor y me mostró cómo crear mis experimentos sin miedos.

Fue como mi maestro o mentor.

Es una buena persona, aunque demasiado sincero.

Él me mira detrás de sus lentes y vuelve su atención a los documentos.

-Están en excelentes condiciones y los datos e información que me muestras aquí los veo bien, están bien detallados y ordenados como se debe. Puede que esto sirva para la cura así también como vacuna, si lo aprueban.-asentí lentamente satisfecha con que no haya ningún error.

-Entiendo, entonces, ya me retiro-Me di media vuelta para retirarme, pero su voz me detuvo.

-Puede que llegues a ser invitada para recibir el reconocimiento como científica.

-No quiero eso, quiero seguir así...

-Aria...

-Quiero mantener mi identidad sin que sepan quién soy.

-No lo van a aceptar, sabes que ya has rechazado esto dos veces. No aceptarán una tercera.

Suspiré.-Vale, iré.-Él sonrió y asintió.-Me retiro.

-Que tengas buen día.

Asentí y salí del laboratorio.

Tomé el ascensor con tranquilidad y cuando las puertas se cerraron, suspiré.

Me adentré en mi oficina, me quité la bata blanca del laboratorio y desinfecté mis manos. Me cambié por el uniforme de la central y recogí mi cabello en una coleta alta.

Revisé los documentos que había y tomé los que tenía que entregar al coronel.

Caminé hasta el campo de entrenamiento y saludé a los soldados.

Me acerqué a mi coronel y le entregué los últimos reportes.

Lo dejé revisándolos y me dediqué a entrenar a los soldados que están bajo mi mando.

Mientras los dejé en su práctica, revisaba sus procesos y avances.

Luego vimos cómo unas autonaves se adentraban en el campo, algo que me pareció extraño.

El coronel se colocó a mi lado prestando atención.

-¿Nuevos soldados?-pregunté con curiosidad.

-Sí, aunque los de la última autonave ya estaban aquí. Vienen de su misión terminada.

-Ah, vale-No les di importancia y seguí entrenando a los míos.

Les corregí varias cosas y me concentré en los movimientos de cada uno, especialmente en los de las chicas, aunque ellas lo hacían excelente.

Me pareció extraño no ver al soldado William, pero no le di importancia.

-Están avanzando.-Palmeó mi hombro el coronel y asentí.

-Solo que se desconcentran muy fácilmente.-Susurré mirando a los soldados pelear cuerpo a cuerpo.

Lo único que diferencia a la central élite de la academia de la muerte es que no se traicionan entre todos a menos que quieras ser más que un simple soldado y tengas que luchar contra alguien.

Amor sangriento (Compatibles) Libro:#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora