Cap: 34 ¿Miedo?

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Narra: Adaria

-No me mientas, Adaria, ¿Que son esas pastillas e inyecciones?-

Joder
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Clavé mis ojos en los suyos, encontrando su mirada dura y penetrante como el acero. En ese momento, el silencio pesaba más que las palabras que amenazaban con escapar de mis labios. Sentí cómo mi corazón latía con fuerza, debatiéndose entre la honestidad y el silencio que parecía ofrecer refugio seguro. El aire se cargó de tensión, como si cada instante prolongara la decisión que estaba por tomar.

Hace unos minutos no era él.

Pero, ¿Que me asegura que no le contara nada a los demás si le digo toda la verdad?.

Es mi compatible.

Le dije la verdad a Vitaly porque tengo su palabra de que no le diría nada a nadie y lo ha estado cumpliendo.

Le miré de nuevo mientras tenía una lucha interna conmigo misma, en la cual no decirle nada me estaba convenciendo.

Decidí mentir.

-Las inyecciones son de experimentos finales-Mentí como había hecho con Vitaly en un principio-Soy científica en la central -susurré y eso era verdad. Clave mi mirada en la ventana viendo el exterior.

Me tomó del mentón con delicadeza pero con una determinación palpable. Sus dedos, cálidos y firmes, acariciaron mi piel mientras su pulgar trazaba suavemente el contorno de mi mandíbula. El contacto de su mano era eléctrico, enviando un escalofrío de anticipación por mi columna vertebral.

Acercó su rostro al mío con una lentitud calculada, cada centímetro que recorría aumentaba la intensidad del momento. Su respiración, suave y constante, rozaba mi piel y me hacía cosquillas, haciéndome sentir su presencia de una manera íntima y absorbente.

Nos miramos a los ojos, un silencio denso y cargado de emociones se extendió entre nosotros. Sus ojos, profundos y penetrantes, capturaron los míos con una fuerza que me dejó sin aliento. En ese instante suspendido en el tiempo, el mundo a nuestro alrededor parecía desvanecerse, dejándonos a solas con la intensidad creciente de nuestra conexión de miradas.

-Dilo todo de nuevo, sin mentir y mirándome a los ojos -susurró entre dientes mirándome fijamente con frialdad.

Asentí tomando una respiración profunda.

Se supone que estando bajo control del robot kornex z no recuerdan nada por lo que empezaré por aclararle todo.

-Tenias una araña robot para especificar mejor era una kornex z -Su cuerpo se tensó-Te tenían en su control total, estuviste aquí y me enfrente a ti al ver lo que realmente tenías y te hacía comportarte de esa manera.

Él me miró en silencio con su mandíbula apretada y el cuerpo bastante tensó.

-¿Porque lo harían?-Cuestionó haciendo que me volviera a mirarlo.

-Pues para llegar a tenerme en sus manos a través de ti de alguna manera bajo su control-Respondí y aparté la mirada.

-¿Quién?

-No lo sé-respondí con voz gélida.

-¿Como que no lo sabes?-Me pregunto dándome una mirada confundida.

Es que en realidad no lo sé.

No he dejado cabos sueltos.

A menos que sea alguien más que sepa de las cosas que hago.

-No lo sé-Bramé entre dientes-Si lo supiera lo hubiera dicho, además no te preocupes no me hiciste daño.

-¿Y que son esas marcas en tú cuello?-señaló y maldije en voz baja al saber que no me coloque la curativa.

Amor sangriento (Compatibles) Libro:#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora