El me miró en silencio unos segundos y luego hablo.
—¿Cómo pudiste ejercer esas carreras si solo tienes veinte años?—pregunto mirándome con curiosidad.
—Estuve en la academia de la muerte—su cuerpo a mi lado se tensó y lo entiendo—Entre a los diecisiete años —mis tíos habían encontrado medicamentos para las secuelas pero tenían un efecto débil en mi— Fue una tortura—reí negando mirando hacia la ventana— Despertar a las cuatro en punto de la madrugada, ducharte y estar lista a las cuatro y treinta—suspire— Dar diez vueltas al campo completo en veinte minutos, luego entrenar y entrenar, cuerpo a cuerpo, con armas, sin armas, luego ducharte y desayunar, luego ir a tomar clases de las carreras que elegiste, luego comer, y entrenar, en las tardes estudiar, volver a entrenar, en la noche te duchas y repasas tus clases, vas a cenar y a dormir para volver a la misma rutina todos los días.—le mire un momento— Por algo se llama la academia de la muerte, ¿no?, si no sobrevives es tu muerte, tienes que dormir con un ojo abierto y no confiar en nadie, ni siquiera en tu compañero de cuarto, tenías que tener aliados para estar en paz, si no ya sabías lo que te esperaba. —respire un momento— Termine la carrera porque ya tenía conocimiento de esos temas, y además las enseñanzas allá son avanzadas, aunque era algo duro, sobreviví.—sonreí.
—¿Y los idiomas?—le mire un momento y asentí.
—Mis padres no todos ellos son de aquí, son de diferentes lugares y nacionalidad, mi padre Jake es árabe, mi padre Bruno es Holandés, mi padre vlade es ruso, mi padre Harry es italiano igual que mi padre Erik.
—¿Y tu madre?—me pregunto
—No lo tengo muy claro…—murmure confundida recordando unos puntos no muy cuerdos— según tengo entendido es irlandesa, pero recuerdo que cuando era pequeña ella me decía que era de Rusia—me encogí de hombros— aprendí los idiomas que se con ellos y clases privadas.
La verdad es que aquello me dejó confundida ahora que lo recuerdo.
Se que antes ella me decía que era de Rusia y sus datos dicen que es irlandesa.
La estuve investigando porque encontré unas cosas no muy acordes a ella.
Llegamos al penthouse y subimos el ascensor, mientras yo tomé la navaja ensangrentada y jugando con ella haciéndola girar entre mis dedos.
—Yo estuve en la academia roja—dijo en un susurro acomodando su chaqueta.
Le mire un momento tratando de recordar ese lugar ya que lo he escuchado.
—Según tengo entendido, esta en C.P—Comenté y el asintió.
—Era un rebelde mis padres me inscribieron allá para hacerme más educado, pero solo aumento mi rebeldía—dijo con una sonrisa cínica.
—La cicatriz...¿Como te la hiciste?—cuestione con curiosidad.
Tiene una cicatriz que va desde la ceja y termina debajo cerca de su ojos y párpado inferior.
—En un enfrentamiento—dijo cortante y entendí que no quería hablar de ello.
No soy tan insistente, que hable cuando quiera, si quiero puedo saberlo en un minuto.
Se escuchó el pitido del ascensor y nos adentramos al penthouse y me sorprendió ver a algunos de los chicos allí.
Declan, Ian, Aidan, Sebastien, Aarón, Enzo y Shane.
—Hola, chicos...—Salude cortésmente con una sonrisa ocultando la navaja.
Ellos me saludaron con un asentamiento de cabeza incluyendo a Ian, el cual sigue con su mirada fría clavada en mi, alcé una ceja en su dirección con arrogancia y este me ignoro mirando a Dolan detrás de mí, el cual está sonriendo con ironía.
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Amor sangriento (Compatibles) Libro:#1
Science FictionAdaria es una chica de veintidós años con un pasado un poco doloroso, su intención en primera instancia es salvar a su hermana. Luego de cumplir esto conoce a sus compatibles quienes hacen que esa fría máscara caiga y revele lo que ella verdaderamen...