14. No estoy mal

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Hermione no podía hablar.

Estaba paralizada.

¿De verdad estaba aquí? ¿Era real? ¿O su mente le estaba jugando sucio y no era real?

Lo había imaginado muchas veces, incluso lo había soñado y en sus sueños, su voz siempre sonaba como un eco distante, remoto, como si se estuviera alejando. Nada se comparaba al grave y definido timbre de voz que acababa de escuchar... Tenía que ser real.

Sus ojos luchaban por enfocarse cada vez más a través de las lágrimas. Era como sintonizar una televisión antigua y poco a poco la imagen que apenas podía ver, distorsionada y llena de estática, se volvía nítida...

Él se puso de cuclillas frente suyo y ella siguió sus movimientos y ahora lo tenía más cerca.

—Granger —insistió y al escuchar su voz otra vez, su cuerpo se estremeció.

Los recuerdos comenzaron a invadirla como una avalancha, era demasiado, era demasiado...

Bajó la mirada a sus pies y fue consciente de que en algún momento se había resbalado por la pared y ahora estaba en el suelo.

Ya no quería verlo a los ojos, tenía miedo de que en su estado su mente fuera tan cruel y que todo fuera una ilusión.

—¿Qué sucede? —preguntó él.

Cerró los ojos con fuerza. Sí era real y verdaderamente estaba ahí, esa era la manera en que lo volvía a ver después de casi tres años. En su maldito punto más bajo... genial.

—¿Qué haces aquí? —Ella intentó sonar firme pero falló y su voz salió temblorosa.

—Dime qué te sucede —ignoró su pregunta.

Finalmente, con un suspiro entrecortado, levantó la mirada hacia él.

Sus ojos se conectaron y se quedó atrapada, atrapada en su mirada y todo se sintió como antes. La manera en que solía mirarla... consumiéndola con esos increíbles ojos. La familiaridad de su presencia la invadió. Y parecía que todo volvía a ser cálido y seguro...

—Yo... perdí un paciente hoy —confesó con voz entrecortada.

Él pareció captar la carga de sus palabras y bajó la mirada momentáneamente, casi parecía como si el peso de esa noticia también le afectara.

Suspiró profundamente antes de hablar.

—¿Te quedaste con él?

Su pregunta fue directamente a su corazón, desarmándola por completo. Tragó saliva y respondió en un susurro.

—Hasta el final.

—Entonces no estuvo solo.

Cuando él dijo eso, fue como si la mano invisible que apretaba sus pulmones la liberara y de pronto el aire podía entrar y su cuerpo volvía a recibir el oxígeno necesario para funcionar correctamente.

Inspiró profundamente.

Malfoy extendió su mano hacia ella, ofreciéndola para que pudiera ponerse de pie. Ella se quedó mirándola por un momento hasta que finalmente decidió aceptarla. Puso su mano sobre la de él y la estática les dio una pequeña corriente de electricidad cuando sus dedos se tocaron. Ninguno se alejó. Le ayudó a ponerse de pie con delicadeza. Seguía sosteniendo su mano.

Había olvidado lo alto que era. Su mirada lo recorrió. Seguía siendo igual y al mismo tiempo no. Tan atractivo como siempre sino más... Su presencia imponía tal y como recordaba, aunque ahora era más fornido.

Se quedaron mirándose fijamente por lo que pareció una eternidad. Podía sentir la carga en el ambiente entre ellos, todo se desenfocó en el fondo y únicamente existía él. De pie frente a ella, emanando su esencia refrescante y sosteniendo su mano, que ahora sentía que ardía. Quería moverla y entrelazar los dedos con los suyos... quería... quería...

Endure (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora