NeureNix

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No confío en nadie sin un lado oscuro, llámame anticuado.

-Tony Stark

Bea.

Para mí sorpresa no le niego la invitación, me levanto al tiempo que el lo hace. Tengo frío en mis piernas, prácticamente tengo mis nalgas al aire. Salimos del salón y antes de pasar las escaleras veo a la hermana de Christian escribiendo en su móvil y insultando en voz baja a alguien, camina enojada para llegar al inicio de las escaleras y subir dando grandes pisadas.

Nosotros no subimos, el me guía por debajo de la escalera, cruzamos una unión de paredes y hay un gran pasillo poco iluminado.

Intento seguirle el paso pero como está semi oscuro, me tropiezo con la propia pared, Christian gira inmediatamente a verme, me incorporo rápido antes de que haga o diga algo.

Llegamos a una puerta grande negra, en un sensor de reconocimiento él coloca su huella dactilar con su pulgar izquierdo.

Creo que es zurdo.

Se habre la puerta.

Las paredes están revestidas de paneles de ébano, tallados con símbolos alquímicos. Las luces tenues, filtradas a través de lámparas de cristal, dan vida a la habitación. El aire está cargado con el aroma dulce de las sustancias químicas, como si el mismo diablo hubiera destilado su esencia aquí.

Es un laboratorio.

Los estantes están llenos de frascos de cristal tallado. Éter, clorhidrato de cocaína, metanfetamina cristalina. los nombro en silencio, como si recitara un credo oscuro. Las etiquetas están escritas en una caligrafía elegante, pero su significado es mortal.

Christian aparece a mí lado, su sombra alargándose sobre el suelo de mármol.

-Bienvenida Beatriz, -murmura-Aquí es donde creamos el futuro, la droga que cambiará el juego.

Asiento, mi corazón late en mis oídos.

¿Qué juego?.

Me ofrece una mano, se la acepto con el repentino calor en todo mi cuerpo.

Camino hasta el final del gran laboratorio, hay otra unión de paredes, el lugar se siente más frío aquí, seguimos caminando y es inevitable no pensar:

¿Trabaja aquí?.

Detiene el paso y doy un pequeño respingo cuando me toca el pulso con el pulgar.

-Es fácil deducir lo que estás pensando y no, Beatriz yo no trabajo aquí, este casi no se usa porque mi hermana prefiere usar el que tiene en Rumania, esto es más que todo para guardar sustancias o para hacer cualquier tipo de cosas.

¡Mierda!, si lo último que dijo es con doble sentido me escondería en cualquier lugar si pudiera.

Siento otro vez el calor en mi cara.

-¿Es química?.

-Sí.

-¿Por qué tú no lo eres?.

Dangerous doctorsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora