Advertencia: contenido sensible.
Christian.
Ayudo a Beatriz a subir las cosas que eligió en el auto, no fueron muchas porque según ella son más pero que las mandarán en envíos.
Fué una deliciosa tortura verla cuando salía del vestidor con algo diferente en su cuerpo, a cada nada quería tomarla ahí mismo pero rondaba cerca la chica que le atendía. La ví tan emocionada que no la quise interrumpir y me quedé admirandola por dos horas.
Se sienta otra vez en el asiento del copiloto y en todo el camino ella se queda en silencio, con una sonrisa pero en silencio.
Pero igual la veo de reojo cada minuto.
Conduzco por díez minutos hasta que llegamos en dónde tengo una parte de mis jet, porque los otros suelen estar en Chicago, Rumania, España y Inglaterra dependiendo de a dónde sean mis siguientes destinos. Pensar en eso me recuerda que tengo que viajar en año nuevo para ir a la "unión" de mi primo y la Rusa.
Podrán estar casados pero para nosotros los Rumanos si no hacen lo que dictan nuestras costumbres, están muy lejos de tener un matrimonio.
Bajo con Beatriz y de inmediato tres X bajan sus cosas y las mías, seguimos nuestro camino en dirrección al jet. Con la mano la ayudo a subir la pequeña escalerilla pero medio se resbala..
Le agarro la cintura para que mantenga el equilibrio.
—Casi me resbalo idiotamente—suelta una risa nerviosa.
—Te sostuve.
—No será la primera vez.
—¿Te quieres caer?.
—Ambos sabemos que me sostendrás antes de tocar el suelo.
—Eso es verdad, ya sube.
Acata lo que le digo y la sigo de cerca.
Me satisface que sepa que la sostendré pero abruma y jode que lo tenga claro, como si ya tuviera un poder sobre mí, que va descubriendo poco a poco.
Ya adentro en el jet Beatriz busca sentarse en el mismo asiento que la última vez, pero le tomo la muñeca y la atraigo hacia mi pecho en un abrir y cerrar de ojos. No le da tiempo de hablar porque uno mi boca a la suya obligandole a tragarse un grito ahogado.
Se relaja cuando la tomo del cuello y ella aprieta mi nunca con su mano. El jodido sabor de sus carnosos labios me ciega al punto de no medir mi fuerza al estamparla en la pared cerca del mueble, se sostiene de mi hombre mientras yo le devoro la boca sin delicadeza. Arquea la espalda hacia mí erección y la aprieto más hacia mí para que sienta como me pone.
La aparto unos centímetros para que pueda tomar aire, con dificultad pero que lo tome.
Toco su muslo y sin saber el por qué mi mano recae en esa cicatriz, es ella quién vuelve a besarme y luego me muerde el labio, suelto su cuello para que mis manos sostengan su trasero y ella envuelve mi cadera con sus piernas. Mi verga erecta hace contacto con su coño cubierto, gime por la sensación y tiembla..
Un ruido molesto empieza a sonar..
Lo ignoro restregandome en ella, echa la cabeza para atrás y reparto mordidas por su cuello y besos que sé que dejarán marcas.
El puto ruido sigue.
—Tu.. Teléfono.. Christian.
—No.
—Deberías.. Contestar, puede ser importante.
—Si aprecia su vida más le vale que así sea.
Sus pies tocan el suelo, toma varias respiraciones acomodandose el conjunto blanco. Me separo de ella y saco el móvil del bolsillo de mis pantalones, veo el nombre de mi tío.
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Dangerous doctors
RomanceEl es una bestia y yo me enamoré de esa bestia. Este libro contiene contenido sensible+21 leer bajo su propio riesgo.