Flores falsas

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Bea

Me arrodillo en el césped para poder tocar los palabras escritas en la tumba de mis padres.

Miranda y Jacob Lenvordi
Último respiro y abrazo el 10/06/2015.

El día que los perdí y el día que comenzó mí miseria. Al lado de la estructura de piedra dejo unas rosas blancas, eran las favoritas de mamá. Son falsas porque ella era alérgica, sé que no tiene sentido traer falsas en lugar de reales y frescas.

Pero pienso que ella hubiera querido así.

Tenía ocho años cuando un día estábamos en el cocina de mí antiguo hogar, yo admiraba verla cocinar y tararear cosas sin sentido. Papá nos dió un beso en la mejilla a ambas antes de irse a trabajar, solo nos quedamos las nenas en la casa, así no decía él y yo lo adoraba.

Cuando terminó de preparar el desayuno se sentó a mí lado, mirándome con sus ojos café a la espera que le dé mí aprobación de la comida. La verdad sí estaba delicioso, todo lo que mí mamá preparaba era delicioso. Desayunamos juntos y ella se encargó de lavar los platos sola cuando le insistí en ayudarla y yo me quedé sentada esperando.

No pude estar quieta en la mesa, así que me bajé, en el piso ví una flor blanca y la tomé entre mis pequeños dedos.

—Mami —Llamé su atención.

—¿Umm?.

—Mira.

Se volteó secándose las manos.

Vió lo que tenía en los deditos y me regaló una sonrisa amplia, sin poder evitarlo también sonríe aunque no sabía el motivo del por qué ella lo hacía.

Yo acerqué la flor a mí rostro para poder sentir su aroma, pero solo arrugue la nariz.

—No tiene olor —dije con mí voz chillona.

Ella negó con la cabeza con ojos brillosos.

—Soy alérgica hermosa. Por eso no tiene olor—acarició mí mejilla con su nariz y solté una risa por las cosquillas—.Tú papá me la regaló ayer.

—¿Por qué papi te dió una flor muerta?.

—No está muerta, no es real pero no significa que no sea una flor.

Mí pequeña mente no lograba entender y era muy testaruda en ese entonces.

—Prefiero las de verdad.

—Y eso está bien.

Me respondió con ternura y se acercó a mí oído.

—¿Te cuento un secreto?.

Asentí varias veces.

—A veces cuando creemos que las cosas no son verdad, resulta que esas son las más fascinantes. La flor, no podrá ser real pero es una hermosura porque sí la guardas bien se quedará intacta por años.

—¿Como los sueños?.

—Si, como lo sueños. Está eso de que si sueñas algo que piensas que no se cumplirá y tal vez no ahora ni mañana pero creeme qué el futuro te puede sorprender cuando de cumplir sueños se trate.

Se desvanece el recuerdo y respiro profundo.

Me levanto y salgo del cementerio extrañando a mí mamá más que nunca.

El frío hace temblar ligeramente. Camino a pasos lentos, tomo un taxi que me dejará directo en el hospital.

No tardo ni media hora en llegar.

Dangerous doctorsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora