Dangerous doctors

Prințesa provocând fiara.

Bea.

Tomo mi batido de chocolate en la cafetería a la espera de que Meisy llegue.

Aquí hay dos cafeterías una para los que trabajamos aquí y otra para los pacientes.

Mi cabeza en los últimos tres días a estado en modo veloz desde que escuché hablando a Christian en Rumano, creo que ya tengo la forma de hacer que se delate en frente de mí puede que valla a cometer el peor error de mí vida y termine muerta.

Lo que voy a hacer se va a ver tonto pero a lo mejor ni caso me hace.

Dejo de mirar el batido cuando mi amiga llega.

-Vamos a salir- directo al grano.

Niego.

-No puedo, hoy tengo programada una cirugía de extracción de tumor.

Al menos eso sí es verdad.

-Me quedaré toda la noche- sigo.

-Está bien- se resigna.

Creo que su objetivo es hacerme olvidar lo de Hannah pero no, tengo muchas cosas que averiguar.

A nuestro lado pasa corriendo el doctor encargado de cuidados intensivos, tiene cara de susto.

-Ya vuelvo- me levanto y voy detrás de el.

A Meisy no le doy tiempo de decir algo porque salgo corriendo.

Anda muy rápido y me cuesta seguirle el paso.

-¡Doctor Stefan!- lo llamo pero no me escucha.

Está llendo al piso de la morgue, lo alcanzo antes de que Cruze la puerta.

Le toco el hombro y se voltea asustado.

-Doctor Stefan..

-Ahora no Beatriz- me dice.

Intenta darse la vuelta pero me le paro enfrente.

-¿Que susede?- pregunto.

Se pasa las manos por la cara en un jesto de desesperación.

-Todo iba bien con el empresario- empieza y de de quién habla, hace unos días ingresaron por una herida de bala a un empresario muy importante- mostró mejora muy rápido pero cuando le quitamos las vías empezó a convulsionar y se desplomó en el piso.

-Muerto- deduzco y asiente.

-Ahora no sé que voy a hacer porque su familia me amenazo si el no vivía.

-No pueden amenazarlo y además ¿con que lo hicieron?- resopla el no es mal sujeto pero al parecer le toco el pasiente equivocado- Ah ya entendí, su carrera.

Se voltea para ir a la morgue y lo vuelvo a seguir.

-Voy con usted- no responde así que lo tomo como un sí.

Llegamos al area y un médico forense nos rescibe en la sala Principal, en una mesa de hierro está un cuerpo cubierto.

Este lugar es muy frío, me paso las manos por los brazos en un intento de sentir un poco de calor.

Le hace seña al forense y destapa el cadáver. Era un hombre que no pasaba de los 40, el doctor Stefan se le acerca y empieza a examinar cada parte de su cuerpo con unos guantes.

Mantengo mi distancia Hasta que el termine.

Me pongo los guantes blancos y reparo con los ojos al hombre muerto que llase en la mesa.