—Por última vez, no voy a volver a modelar, ya me retiré —exclamó Lewis tratando de no alzar la voz y mostrar su molestia.
—Vamos, Lewis, sé que extrañas las cámaras, la atención, la gloria, —suplicaba la voz, crispando a Hamilton, —si vuelves ahora, perdonaremos que hayas incumplido el primer contrato.
—Mira, no me importa si me perdonan o no el incumplimiento y, si es necesario, resolvamos lo del contrato ante un juez, —siente a Nico abrazar su torso desnudo, en apoyo, —cuando me retiré dejé claro que mi carrera murió y mi prioridad ahora es mi familia, no me importa qué hagas, demándame si quieres, pero no volveré —termina su discurso dispuesto a colgar.
—¿De qué familia hablas? — con voz socarrona la voz interrumpe las acciones de Lewis, —Tu hija está muerta y Nico no es más que un estorbo ahora, en tu vida no existe tal cosa como la familia...
—Escúchame bien, Frédéric Vasseur, vuelves a expresarte así de ¡mi familia! y no me importará que seas el CEO de la más grande compañía de modelaje —siente a Nico apretar su abrazo, —te mataré.
—No me amenaces, Hamilton, porque...
—Señor, esto no es una amenaza —su tono bajo aumenta la tensión del ambiente, —es una promesa.
Al colgar, se permite relajarse recargándose un poco en Nico, que acaricia su abdomen y besa su cabeza, disfruta de la calidez del abrazo y la armonía del momento. Le encanta estar así con su esposo, entre sus brazos se siente invencible, poderoso y, al mismo tiempo, vulnerable.
Sostiene las manos de Nico volteando para verlo de frente y depositar un suave beso en sus labios, ambos sonríen.
—¿Te desperté? —Lewis habla.
Nico niega y responde: —Simplemente no te sentí a mi lado.
—Disculpa, no quería levantarte así, pero Vasseur no dejaba de insistir —suspira, agotado por la discusión con su exjefe y nota cuando Nico se tensa ante su mención. —Nico, no.
—Es que Frédéric tiene razón, —suspira, apretando las manos de Lewis, —nosotros, quiero decir, yo ya no...
Lewis sostiene su rostro interrumpiendo sus palabras: —Nico Rosberg de Hamilton, no te permito que pienses eso de nuestra familia, no tendremos a nuestra hija con nosotros aún, pero no por eso dejamos de ser familia, somos un equipo, —besa la frente y mejillas de un lloroso Nico, reteniendo sus propias lágrimas, —nos costó mucho llegar hasta acá y no voy a permitir que las palabras de un pendejo nos separen —las lágrimas rondaron de los ojos de Nico al reír por el insulto, —te amo, Nico, a ti y a nuestra hija.
—Te amo, Lewis —Nico une sus labios nuevamente, lento y con amor. —Y no es que dude de tu amor por nosotros, simplemente... —suspira con cansancio, —era yo siendo débil, lo siento.
—No tienes por qué disculparte, mi amor —besó la nariz de Nico, —hay veces en que también me siento derrotado, sabes que la vida es una guerra —Lewis rodea su cintura en un fuerte abrazo, recargando su cabeza en el hombro contrario, — pero a tu lado, entre tus brazos, soy invencible, por tu sonrisa triunfaré ante cualquier adversidad.
—En las buenas y en las malas, ¿cierto?
—Te lo prometí.
Y se mantuvieron así, apretados en un abrazo amoroso y transcendental sintiendo el alma del otro regodeándose de la calidez, hasta que las lágrimas dejaron de aparecer. Limpiaban las mejillas del otro sonriéndose como sólo las almas enamoradas saben.
—A este paso nos quedaremos sin lágrimas —bromeó Nico.
—Estoy seguro de que tendremos más en el futuro.
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El veredicto
FanficUna noche de lluvia es perfecta para ver películas con chocolate caliente y comida chatarra, para abrigarte con todas la cobijas que encuentres y vestirte con tu pijama más cómoda, tan perfecto como para encontrar una bebé en la puerta de tu departa...