Buenos amigos

2K 11 0
                                    

Kevin y yo somos amigos desde la secundaria. Comenzamos a hablarnos a mediados de la misma, nuestra amistad se hizo demasiado fuerte que incluso nos convertimos en amigos inseparables. Él conocía a mi familia y yo la suya. Ambos nos contábamos de todo, prácticamente sabíamos todo de los dos. Nos contamos de nuestras primeras parejas, quien nos gustaba, con quién hablábamos etc. No queríamos separarnos por nada del mundo, muchos llegaron a pensar que éramos novios y solo negábamos eso diciendo que solo nos llevábamos muy bien. Casi siempre tuvimos problemas con nuestras parejas por nuestra amistad. No queríamos separarnos así que nos inscribimos a la misma preparatoria y por suerte quedamos en el mismo turno, pero no en el mismo salón.
Ambos ya no éramos vírgenes, perdimos nuestra virginidad con nuestra primera pareja. ¡Ya sé! Todo es muy raro, pero ambos lo consideramos correcto.
Estábamos a mediados de nuestro último semestre en la preparatoria y siempre íbamos a tomar juntos con nuestros amigos.
Un día salimos temprano de la escuela así que todos optamos por ir por algo para beber, nos fuimos a un pequeño parque y ahí estuvimos mucho tiempo. Hasta que en eso una amiga dice:

Juguemos botella.

Todos los demás aceptaron y concluyeron con que sería una buena idea.
El círculo se formó, todos se pusieron cómodos y la primera vuelta a la botella dio rienda a todo. Los primeros en retarse eligieron verdad. Hasta que todos ya estaban aburridos de elegir verdad comenzaron los retos. Los primeros fueron demasiado ligeros y comunes, los típicos besos. Luego quisieron subirle un poco la intensidad al asunto así que iniciaron los besos de tres (tres mujeres, tres hombres, dos hombres y una mujer, dos mujeres y un hombre) al parecer ese juego alborota las hormonas. Kevin se besó con dos chicas (sin ser beso de tres) y yo participé en uno con puras chicas. Mientras seguíamos tomando y jugando creímos que era hora de que a los que les tocaran reto le bailarán al otro. Así empezamos otra ronda.
La botella giró y giró hasta que se detuvo.
"Mierda" Pensé.

- Ahora le toca a Michel hacerle un baile a su "mejor amigo".

Todos se murmuraron.

- No, como creen... Somos amigos y no puedo hacer eso... cambio por alguien más, pero no lo haré con Kevin, es casi como mi hermano. – Respondí.

- Sí lo van a hacer... - Comienza a decir una chica. – Aparte, Kevin no tiene ni una objeción. No lo veo alegando y parece que la idea no le molesta en lo absoluto.

-mAnda Mich, ¿Qué más da? Es solo un juego.

Yo me ruboricé. Todos comenzaron a gritar y bueno... en cierta parte no me obligaron, igual quería hacerlo, pero se me hacía sumamente raro que los demás nos vieran.

Kevin se paró en medio de todos. Yo los miré y volví a sonrojarme.

- Anda, ya... Que todavía falta alcohol por beber y más retos que hacer. – Dijo la misma chica de hace rato.

Me levanté del césped y me acerqué a Kevin. Solo nos sonreímos y comencé a bailar.

Lo tomé del cuello, me pegué a su cuerpo y puse sus manos en mi cintura, mis caderas se movían perfectamente. Con esos movimientos bajé lentamente acariciando su abdomen hasta sus ingles. Me di la vuelta y pegué mi trasero en su masculinidad.

Vaya sorpresa que me di... Estaba a punto de tener una erección.

Tomé sus manos y lo obligué a acariciar mis piernas subiendo un poco mi falda. Las apretó y al final volví a quedar cara a cara con él. Jugué con mi cabello, desabroché un botón de mi camisa, mordí mi labio inferior y finalmente bajé lentamente con una mano recorriendo su pecho y con la otra mano asegurando que mi cabello no obstruyera la vista de mi rostro.

Todos comenzaron a gritar.

- Para ser tu mejor amigo realmente le bailaste como una zorrita. – Me dice mi amiga cuando volví a sentarme en el césped.

TabúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora