Durante esas dos semanas Renata se la pasaba mirando las fotos que tenía Juan en su perfil de Facebook. No cabía ni la menor duda de que moría por volver a besar esos labios y quizá después de leer todas las vulgaridades que Juan le dijo... podría atreverse a montarse sobre ese gran pene.
Sin más le mandó mensaje.
R: ¿Ya no me vas a hablar?
Pasaron aproximadamente ocho horas hasta que Juan respondió.
J: Hola.
Algo no andaba bien.
R: ¿Por qué me dejaste de hablar?
J: Es que ya tengo novia, supongo que mejor cada quien por su lado ¿no?
La sangre le hervía a Renata, decidió que lo mejor era ya no responder sus mensajes.
Y así sucedió.
En el mes que pasó Renata aprovechó para coger en la primera cita con un chico que apenas había conocido por Facebook y sobre todo por recomendación de una amiga suya. Mientras cogía con él se acordaba de Juan, como deseaba que su pene entrara y saliera de su cuerpo.
Dos meses después.
Seguían sin volver a platicar.
Un fin de semana Renata fue a una comida familiar, estaba tan inmersa en la basura tecnológica que había en su sección de noticias. Cuando estaba a punto de bloquear su celular llegó el mensaje que tanto esperaba.
J: ¿Nos vemos un rato? Voy a tu casa, llevo carro
Ella no lo pensó dos veces. Su vagina comenzó a palpitar. Un cosquilleo se hizo presente.
R: No estoy en casa, pero puedo llegar en veinte minutos
J: Ok, mándame tu ubicación y llego en 20
Inventó pretextos a sus padres para irse al encuentro con Juan. Estaba emocionada, por fin después de casi dos años y medio volverían a verse.
R: Ya estoy llegando a mi casa ¿Cuál es tu carro?
J: El gris. Súbete
Al encontrarse frente a frente comenzaron una plática muy relajada. Luego comenzaron a discutir de porque se habían vuelto a dejar de hablar, hablaron de otras cosas, videojuegos, libros y pedas.
- Vamos por un cigarro. – Dijo Juan.
Al decir esas palabras, Renata le recordó a Juan cuando en la primera vez que salieron fueron a casa de Juan, fumaron, comieron pizza y se manosearon un poco. En ese entonces Renata seguía siendo virgen.
Fueron a una tienda cercana a conseguir cigarros. Se la pasaron fumando y tomando una que otra cerveza. Renata ya estaba un poco ebria.
- Entonces, dime... ¿Qué es lo que tiene ella que yo no?
- ¿Cómo? ¿A qué te refieres?
- Sí, me refiero a por qué comenzaste a tener novia sin antes haber cogido conmigo. – Dijo ella.
- Pues... comenzamos a salir y resulta que las cosas fluyeron mejor de lo que esperaba.
- Ya veo... ¿Sabes? Creo que me tengo que ir... Cuando no estés saliendo con alguien más me buscas y vemos que hacemos.
Sin más bajó del auto de Juan.
Pasaron algunos días. Ella estaba jugando en línea muy tranquilamente, estaba totalmente decidida a mandar a la mierda a Juan ya que él solo se la pasaba jugando con ella. Un día la ilusionaba y al otro parecían dos extraños que jamás habían cruzado una puta palabra. En su grupo de "battle royale" se unió Juan. Comenzaron a platicar en línea, pero era algo tardado así que activaron sus micrófonos.

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Tabú
AcakDesde lo más profundo, los más oscuros secretos, las fantasías más alocadas y pecados imperdonables. El fruto prohibido con un toque de adrenalina la perversión reina.