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———————El Paseo.———————

— ¿Entonces un muchacho estuvo aquí? — Elevó la ceja mi padre al escuchar a mi hermano contar lo que hicieron todo el día.

— ¡Si ,Miles es increíble! — Sonrió alegremente su madre al ver a su hijo tan feliz pero su padre no parecía sentir lo mismo.

Su sexto sentido se activó, eso queria decir que algo está por salir mal ,la aturdio unos segundos, le dolía la cabeza y el zumbido fue fuerte.

¿Con permiso de quien dejastes entrar a ese hombre a este casa?  — Gruño claramente molesto hacia su hija quien miraba el plato de comida con desdén.

— Miles no es un mal muchacho, a Antón le agrada y estoy bien con eso. — Defendió haciendo que su padre sacara chispas de sus ojos.

— No dejes entrar a nadie a esta maldita casa...¿entendiste? ,no sabes si esa persona puede ser peligrosa y tu eres un niña. —

Por favor padre...¿tu hablando de no dejar entrar a gente peligrosa a nuestra casa? No me hagas reir. — Sonrió con sarcasmo sintiendo el amargo sabor de boca que tuvo al decir eso.

— Ten más espero, niña estúpida y no trates de acusarme de cosas que no fueron mi maldita culpa ,fue tu culpa y lo sabes y no lo volveré a repetir si ese hombre vuelve a entrar a esta casa me asegurare de que lo lamentes. — Terminó y su hija tenso su mandíbula ,sintiendo que sus ojos se humedecian.

— Gracias por la cena ,estuve muy linda. — Se levantó con arrogancia ,casi tirando su tenedor.

Detente ahi ,si no quieres que le diga a Antón que estuvistes en la carcel por casi matar a dos hombres...y sabes que hay mucho más para contar. Cariño ,lleva a Antonio a un paseo. — Ordenó duramente haciendo que su hija se congelará en su camino hacia su habitación.

— ¿Papi ,Jane puede ir con nosotros? — Pregunto viendo a su madre tomar sus abrigos y a su padre levantarse de la mesa.

— No mi niño, Jane y yo tendremos una charla ,entre padre e hija.

La joven aún seguía en su lugar con los ojos cerrados y lágrimas derramandose por sus mejillas. Frunciendo sus labios para evitar llorar.

Cuando la puerta se cerró su corazón latio con fuerza y su estómago se revolvió. La música jazz de los 90 empezó a sonar, vibrando en sus odios ,su cuerpo se tenso y se llenó de rabia al saber que no podría detener lo que había a pasar.

Hija mía, tu nunca aprenderás de la buena manera, siempre haces las cosas tan difíciles.

Aquel hombre ya se estaba quitando su cinturón grueso de cuero negro, doblandolo en la palma de su mano.

MY SUNFLOWER | Miles MoralesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora