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Miles abrió la puerta de la azotea en donde se encontró a Jane sentada en el suelo.

La ojiazul no dudo en levantar su cristalina mirada y pronto su cuerpo de encontraba corriendo hacia Miles.

Morales se preparó para el impacto y en cuanto la peliazul se abalanzó a abrazarlo sus pies se sostuvieron con fuerza en el suelo para así ninguno de los dos cayera.

— Lo-lo siento, lo siento...— Susurro entre lágrimas, abranzado fuertemente el cuello del moreno.

Aquellas dos palabras seguían saliendo de su boca, dentro de ella ya no sabía nisiquiera el por que se disculpaba ,habían tantas cosas por las que quería ser perdonada.

— Todo está bien ,amor, no te disculpes. — Aseguró suavemente acariciando la cabeza de la muchacha con una mano mientras la otra atrapaba la cintura de la pálida.

"Amor" ,se sintió tan bien decirlo y escucharlo.
























La niña rubia estaba sentada en la mesa, junto a sus padres quienes estaba serios ,la niña removia su comida sintiendo un olor diferente ,aquella cosa que ella llamaba "El zumbido" le había avisado que había algo mal ,no sabía que era eso ,sólo que cuando algo estaba por pasar algo dentro de su cabezita la ponía a la defensiva.

Con la comida no se juega ,Maya, cometela de una vez. — Ordenó seriamente viendo a la niña remover una y otra vez.

Tiene un olor distinto a otras veces y no me agrada. — Ante aquello los padres fruncieron el ceño, aquella pequeña era tan lista que sospechaba que algo pasaba.

No seas malagradecida ,come tu comida o te obligare a que lo hagas. — Su hija apretó su vestido con sus manitas para luego tomar el cucharon y llevarlo a su boca.

Pero en cuanto lo trago su cuerpo intento devolverlo.

Idiota ,nisiquiera se te ocurra hacer eso, comete toda tu comida si no ya sabes lo que te espera. — Amenazó mientras su mujer suspiraba algo estresada ante la situación.

Con miedo se obligó a a bajar la comida de su garganta ,sintiendo asco ,sin más remedio siguió comiendo mientras lloraba en silencio.

30 minutos después estaba sola en su habitación ,sus padres se encontraban encerrados en su habitación compartida.

La menor comenzó a sentirse mareada, el aire comenzó a faltarle, un dolor en su torso bajo se instaló, pronto su nariz comenzó a sangrar manchando sus pálidos brazos y cama.

Como pudo camino hacia la puerta de su habitación para abrirla ,totalmente asustada por lo que estaba sintiendo, en cuanto giro la perilla y no pasaba completamente dándole a entender que estaba encerrada.

MY SUNFLOWER | Miles MoralesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora