Capítulo 4

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{A broken heart is all that's left
I'm still fixing all the cracks
Lost a couple of pieces when
I carried it, carried it, carried it home
I'm afraid of all I am

My mind feels like a foreign land
Silence ringing inside my head...}

21 de Mayo

Otra vez tuve la oportunidad de verla y ni así tuve las agallas para poder hablar con ella.

Al menos eso pensaba hasta que...

-¿Ya la viste?

Valeria venía acompañada de mi viejo amigo, Santiago.

-Era algo inevitable, se veía demasiado hermosa pero ella me evitó totalmente.

-¿Qué esperabas? Acaso, ¿ya olvidaste que la cambiaste por otra?

Juro que intenté controlarme, realmente lo intente pero no pude.

No cuando él hace todo lo posible por denigrar lo que hubo entre Camila y yo.

-¿Me lo dice el vato que teniendo una relación estable con su novia decidió engañarla con todas las chicas que se cruzarán en su camino?

Su semblante se distorsiona, lo intenta ocultar pero lo conozco lo suficiente como para saber que ya ha perdido el control al igual que yo.

-¿Nos vamos a pelear por esa zorra? ¿Quieres que te recuerde que antes que fuera tu novia, ella estaba interesada en mí? ¿Quieres recordar que ella nunca te amó por estar enamorada de mí?

Y en ese preciso instante comento una locura, me abalanzo hacia su persona con tal de dejar de escuchar el veneno que sale de su boca.

Es verdad que ella lo quiso como nunca llegó a quererme a mí, pero ella jamás, JAMÁS estuvo con él, ya que él tenía novia.

Lamentablemente aparecí yo, complique las cosas al enamorme de ella y confesar mis sentimientos antes de lo esperado.

Ella se sintió con la obligación de corresponderme y yo con tal de ser parte de su vida aunque sea unos momentos, decidí aceptar que ella no llegaría a sentir lo mismo que yo por ella, pero fuí demasiado codicioso como para dejarla ir sin siquiera ver sus ojos de cerca.

Santiago me mira de tal modo que pienso que no ha valido la pena resguardar este sentimiento de irá hacia su persona. Mis manos lo sostienen de su playera y lo mantienen acorralado contra una pared, él no vuelve a hablar, entonces decido ser yo quien termine con este circo.

-Te he dicho que no hables mal de ella, si te he permitido seguir siendo mi amigo es por los años que tenemos de conocernos, pero no te permito que hables porquerías de la persona que amo, no sé que esperaba de una escoria como tú.

Él empieza a reírse y a maldecirme como siempre lo hacía cuando teníamos problemas, fuí un idiota al no haberme dado cuenta antes que la compañía que tenía no era más que pura hipocresía.

-Has tardado tanto tiempo para tener el suficiente valor para echarme de tu vida. Eres demasiado estúpido por haberla dejado ir, espero que siempre te carcoma el sentimiento que por mi culpa nunca pudiste ser feliz con la persona que querías.

Él con toda su fuerza empieza a intentar empujarme para que lo suelte.

-Si ella no se hubiera alejado de mí, yo la hubiera consumido en todos los sentidos.

Mi agarre se vuelve más fuerte, tanto así que su respiración se vuelve inestable.

-Su confianza ya la tenía, ella era tan vulnerable que si le pedía que hiciera algo, ella me hubiera hecho caso.

Su mirada se oscurece de una manera que no lo reconozco, al tener la respiración agitada, su risa se percibe escalofriante.

-La hubiera dañado físicamente y créeme que lo hubiera disfrutado.

Mi mente se nubla completamente y por inercia le doy un puñetazo en el rostro, su mejilla se tiñe de rosa y en su labio empieza a fluir un líquido rojo.

Por mi bienestar me dispongo a marcharme, pero cuando estoy a punto de salir del lugar, la veo alejada a unos cuantos pasos de distancia y ella enfoca su mirada en mí.

Sus labios me sonríen y un par de hoyuelos me saludan.

No puedo evitar sonreír y asentir en forma de saludo en su dirección, juro que me quedo embobado por estar viendola, por poco se me olvidaba que tenía que escapar de aquí, escapar de lo que siento y de lo que sucede a mi alrededor.

Solo desearía que las cosas fueran un poco distintas.

¿Es tan difícil que la vida me perdone todos mis errores?

A Través De Tu Mirada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora