Capítulo 6

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Me sentía bien estando al lado de Santiago, me sentía especial porque alguien por fin estaba a mi lado sin yo pedírselo.

Sin darme cuenta lo fui queriendo, él inundaba mis pensamientos y sin saberlo mi corazón ya lo reconocía.

-Eres muy linda y una gran persona, Camila.

-No creo que sea así, todas las personas que quiero se alejan de mí.

-Yo no pienso alejarme, estoy aquí contigo y siempre lo estaré.

-No quiero molestarte, tienes una vida y yo no quiero ser impedimento para que seas como eres, una persona alegre.

-Pero tu me necesitas ahora...

-Y tus amigos también te necesitan ahora, eres el alma de la fiesta, todos te quieren a ti, les haces falta, tú deberías estar allí fuera, divirtiéndote.

-Me quiero quedar aquí, junto a ti, no quiero dejarte sola.

-Yo estaré bien, gracias por escucharme y ser mi pañuelo de lágrimas.

-¿Quieres salir a tomar un poco de aire?

-Suena bien.

Caminamos un poco, él saco un cigarrillo, lo prendió y se alejo un poco de mí.

-¿Cómo eres realmente, Camila?

Lo pensé unos instantes. Lo mire al rostro y por una rara razón sentí como si él fuera tan familiar, realmente me sentía bien al estar aquí, con ese chico extraño.

-Seré aburrida para que las demás personas decidan irse de mi lado, ¿no?

-Pienso que solo eres difícil de entender y querer.

Él apago el cigarrillo, lo que le quedaba de el lo guardó en su chaqueta.

Me despedí de él y me pregunto que si podía abrazarme, yo le dije que sí, pero le hice que me prometiera qué sólo sería eso y el accedió hacerlo, con una promesa de meñique.

Ese fue la última vez que conviví con él, al menos tan cercanamente y lo que sea que tuviéramos en aquel momento.

Varias personas pensaban que éramos pareja, pero no todos sabían que él ya tenía novia y por lo visto yo era una de ellas, yo no sabía que él se encontraba en una relación.

Al darme cuenta de ello y de lo que empezaba a sentir, preferí ser yo quien me alejara, le deje de hablar de verlo y me obligue a dejar de sentir aquello.

Con el tiempo me di cuenta de que le era infiel a su novia, una chica nueva estaba siempre a su lado, salían juntos y muchos decían que los veían besarse.

Eso fue un golpe bajo, ya que me di cuenta de algunas cosas.

Hable con una persona acerca de ello, esa persona lo conocía bastante bien, me contó que la chica que le gustaba también había salido con él, qué por eso él era tan lindo con todas, sin importar que tuviera pareja.

En ese momento me sentí asqueada, él pensaba que yo sería una más en su vida, había usado conmigo las mismas técnicas que había usado con las demás.

Tenía una gran razón para olvidarlo y así lo hice, pero el proceso fue difícil, siempre recordaba las veces que me veía, sentía que su mirada me decía más de lo que sus palabras podían hacerlo.

Mi corazón no quería olvidarlo, pero mi mente debía hacerlo.

Dicen que las miradas no sea cruzan por casualidad. Pero ¿Qué pasa cuando uno se ilusiona con tan solo una mirada?

Puede que la otra persona no sienta nada y aun así decida fijar su mirada en una persona solo para usarla.

A Través De Tu Mirada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora