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Lilja siempre amaría a su pequeña isla, a su comunidad y todo lo que aprendió y vivió al ser una veela, sin embargo, entendía por qué Bill también amaba a su isla; el clima y las lluvias que hacían más fresco el verano, que siempre tuviera un encanto medieval y sobre todo, ella había conocido en este país al amor de su vida. Entonces, cuando abrió la puerta de su departamento; que no tuvieron que entregar, solo pagar una pequeña renta mientras estaban en Islandia, se sintió en casa y suspiro al ver que ninguna planta había muerto por los encantamientos que hizo antes de irse.

—Hogar, dulce hogar— dijo Bill mientras aventaba su mochila a la sala y empezaba a ver todas las cartas que habían llegado mientras estaban fuera —Muchas cartas del Instituto y de tus amigos, ¿no les dijiste que regresabas?

—No tuve tiempo de despedirme como me gustaría de varias personas— Lilja empezó a guardar sus cosas —Lo bueno es que volveré al Instituto.

—¿Estás tan emocionada por trabajar en Seguridad?

—¡Como no tienes idea!— Lilja lo abrazo con una sonrisa, el pelirrojo solo observo como brillaba.

—Mientras no tengas que lidiar con la guerra y te mantengas a salvo, no puedo decir otra cosa.

—Bill, ya hablamos de esto.

—Lo sé, lo sé— levantó las manos sabiendo que perdería nuevamente aquella discusión que tuvieron antes de regresar a Inglaterra —¿A qué hora iniciaba el festejo?

—Remus escribió que la fiesta sorpresa empezaba a las ocho— dijo Lilja mientras con su varita empezaba a preparar una botana —Pero, le comente que no sabíamos si estaríamos a tiempo, sin embargo, estaríamos presentes.

—¿Deberíamos decirles de la noticia?

—Al menos que quieras quitarle protagonismo a Harry por su cumpleaños— contestó la veela alzando los hombros —Sé que no te gusta ocultarle algo a tus padres, y sabes que quiero contarle a todo el mundo sobre nuestro compromiso, ¿no podemos esperar a cuando vayamos a cenar con ellos?

—¿Te quieres quitar el anillo?

—¡Nunca!

—Entonces, todos verán tu mano y nos harán preguntas— Bill la abrazo para transmitir algo de tranquilidad —Yo tampoco quiero quitarle felicidad a Harry, sobre todo con todo lo que está pasando, debe querer pasar un cumpleaños sin llamar la atención, sin embargo, solo tenemos esas dos soluciones.

La veela suspiro para ver su mano izquierda, era verdad que desde que Bill le había propuesto matrimonio no se quitaba la sortija para nada; pero, sabiendo que Sirius se había esmerado tanto en festejar de una manera diferente el cumpleaños de su ahijado, sabía que se molestaría si toda la atención estaba ahora en ellos.

—Creo que por un día, no pasará nada, ¿cierto?

—Lilja, ¿por qué eres tan considerada?— Bill le dio un beso en los labios para después probar un poco de lo que había preparado —¡Delicioso!

—Solo debes bañarte para que ya podamos irnos.

—Ya voy, ya voy— Bill corrió cuando sintió una palmada y escucho la risa de su prometida, con eso confirmó que estaba muy enamorado de ella.

Lilja y Bill se quitaron el polvo de sus prendas y escucharon las risas de las personas en la otra habitación; la veela se miró la botana que habían traído y espero que a todos les gustará como a Bill le había encantado.

—¡Feliz cumpleaños Harry!— dijeron ambos cuando llegaron con todos los invitados.

—¡Lilja!— Harry fue a recibirlos con una sonrisa mientras aceptaba el abrazo que le brindaba su amiga —Pensé que estarías en Islandia.

—Era una pequeña sorpresa— le guiño el ojo para hacerle entender que tenían mucho de qué hablar —¡Veo que vivir con tu padrino te ha hecho mucho bien Potter! Nunca te había visto tan alegre.

—Por fin está donde pertenece— contestó Sirius para también ir a recibirlos y darles un abrazo —Espera, ¿acaso eso que tiene Bill es la famosa receta que siempre presumes?

—Ya te había dicho que solo se hacen en ocasiones especiales.

Sirius rápidamente fue a quitarle el plato al pelirrojo mientras Lilja se iba corriendo detrás de él, para evitar que él se acabara el platillo y todos pudieran probar aquello de la veela está tan ansiosa de compartirles.

—Y, ¿cómo te fue?— se acercaron los gemelos a su hermano mayor, ellos habían sospechado de los planes de su hermano al notar la pequeña cajita en su pantalón.

—Muy bien, fue mejor de lo que esperaba.

—Y, ¿por qué no anunciaron la gran noticia?

—Porque estamos aquí para festejar a Harry, no para que todo el mundo nos haga preguntas.

—Créeme que necesitan que Harry no tenga protagonismo— contestó Fred —Sirius ha tenido que ir varias veces al ministerio para que dejen de venir personas a la casa buscando una entrevista con él.

—Primero tengo que hablar con mamá y papá para que no les llegue de sorpresa— suspiro al escuchar la risa de Lilja cuando Remus golpeo un poco a Sirius para que se comportara —Ya saben como es mamá con ella, no quiero que haya más problemas.

—Sí que está difícil tener una relación con una mujer perfecta— George golpeó ligeramente su espalda para regresar con su novia, que estaba hablando sobre el colegio y sus deberes como prefectos.

Bill caminó hacia sus padres, Molly estaba muy molesta cuando descubrió que se irían a Islandia todo por el trabajo de su nuera; pero en cuanto vio llegar a su hijo, se le pasó el enojo y fue a recibirlo con brazos abiertos.

—¡William! ¡Qué flaco estas!— dijo después de abrazarlo y empezar a revisarlo por todos lados —Te dije que no era buena idea que te fueras a aquel lugar, que bueno que ya regresaste— le dijo mientras lo hacía sentar a su lado —Mañana mismo te vienes a comer a La Madriguera para que comas bien.

—De hecho, que bueno que me invitas a comer mamá, tengo que hablar con ambos sobre algo muy importante.

—¿Vendrá Lilja?

—No, Lilja es la nueva jefa de Seguridad en el Instituto y tienen que reunirse con el nuevo Ministro para ver como ayudar en el regreso del señor tenebroso.

—Es bueno que la cambiaran de departamento, porque todos los cambios que estaba haciendo en la educación mágica no eran buenos— contestó Molly.

—Al contrario, no querían que se cambiara por sus ideas vanguardistas— comentó Bill un poco molesto —Tuvo que rogar que la cambiaran a Seguridad por como es ella, siempre queriendo ayudar a quienes no tienen ventaja.

Molly se quedó callada nuevamente al notar como su hijo defiende más a otra mujer que a ella misma, cada vez estaba más segura que no era bueno que él siguiera con la veela, parecía que sus encantos hacían que toda su educación se fuera a la basura; no le gustaba mucho en el hombre que su hijo se estaba convirtiendo.

La magia de la VeelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora