He abierto nuevamente el baúl de los recuerdos, siento que era tiempo de brindarles otra historia que sé que les gustará, y ante mano saben que son historias de autores que merecen revivir en el presente para seguir recordándolos, sin más a leer y gracias RAINBOW.XANDER donde quiera que estes por brindarnos este hermoso fics✨✨✨
Moscú, 6pm.
Sábado.
El recorrido por las frías calles de Moscú siempre era dificultoso para Yulia Volkova. A pesar de transportarse en un vehículo de una sola pieza, (su moto Yamaha R6 de alto cilindraje), nunca era suficiente para hacerse espacio entre los autos ni esquivar el gran tráfico de la carretera. El semáforo de la autopista principal llevaba más de cinco minutos paralizado en el color rojo. Yulia no sabía si era por una falla en sus circuitos o porque simplemente era el tiempo que se tomaba para despejar las carreteras. El ruido de las bocinas de todos los autos y motos a su alrededor no se hicieron esperar. Era ensordecedor y muy estresante estar en ese lugar. Se quitó su casco negro, dejando que su cabello del mismo color cayera por su espalda, y que el aire de la noche golpeara y refrescara su rostro. Lo necesitaba, sin duda. Estar atrapada en una situación así le provocaba un profundo dolor de cabeza y le ponía de mal humor. Se arrepentía cada segundo de haber abandonado la tranquilidad de St. Petersburgo, su ciudad de origen. Decidiendo no pensar más en ello, volvió a ponerse su casco y se apoyó en sus codos sobre la moto. La única opción que tenía era esperar.
Pronto se encontraba bebiendo un vaso de agua en la Barra del "Sugar Rock". El Bar donde se desempeñaba como cantante los fines de semana. Para Yulia no era un trabajo, ni tampoco recibía dinero por ello. De hecho, dinero era lo que menos necesitaba. Su familia tenía buen estatus social. Su padre se había convertido en absoluto dueño de las franquicias de ópticas de Moscú, razón por la cual abandonaron St. Petersburgo hace un mes. A Yulia le gustaba distraerse en el Sugar Rock. Desde su llegada a Moscú, era lo único que la hacía sentirse como en casa. En la nueva ciudad no encontraba nada para satisfacer sus necesidades. Allí no tenía a sus amigos para divertirse, no podía invitar a su novia a una cena o a ver una película mientras se abrazaban. Aún no podía retomar su carrera de arte en una Universidad de la ciudad por el papeleo interminable. Si, para ella no había nada interesante en Moscú más que solo el Sugar Rock.
Terminó de beber su vaso de agua y lo colocó sobre la Barra. Pensando que tal vez necesitaba otro.
— ¿Vas a seguir bebiendo agua? Ten, esto es mucho mejor para calentar la voz— Masha, la chica de la Barra le tendió un vaso que rebosaba de whisky.
Yulia lo tomó mientras le alzaba una ceja de modo juguetón —¿No crees que es mucho alcohol? Tú sabes muy bien que conduzco, soy yo quien te lleva a casa y si me tomo todo el contenido podría embriagarme y ambas morir en el camino.
—¡¿Qué?! No, no quiero eso — Masha chilló preocupada y rápidamente le arrebató el vaso de las manos, logrando que el whisky se regara en toda la barra, en el suelo y en su propia ropa.
Yulia no lo pudo soportar y soltó una carcajada al ver la gran mueca que hacía su amiga mientras miraba su blusa llena del licor —Debes ser menos impulsiva y más cuidadosa— Le dio una palmadita en la frente y saltó dentro de la barra —Ve a cambiarte la blusa antes de que llegue tu papá y te despida por destruir su Bar. Yo limpiaré esto.
—Mi papá no puede despedirme, soy la heredera de este lugar— Masha le mostró la lengua de modo infantil y luego desapareció hacía las oficinas mientras ella tomaba unos trapos para limpiar el desastre.
Minutos más tarde, todas las mesas del Sugar Rock estaban repletas de personas. Yulia miraba desde la Barra como las meseras se movían ágilmente por todo el lugar llevando y trayendo tragos. Observaba como algunos clientes brindaban y cantaban con la pista que salía de los parlantes. Sus ojos recorrían todo el lugar, pero se detuvieron en una mesa que llamó su atención. En ella se encontraban dos chicas abrazadas compartiendo un beso que ante sus ojos parecía bastante lento. Para ella fue imposible apartar la mirada de ambas mujeres. Esa escena le traía toda clase de recuerdos con su novia. En ese momento la extrañó con todas las fuerzas y anheló estar con ella de la misma forma.
ESTÁS LEYENDO
Mis Ojos Sobre Ti
RomanceEl nerviosismo mezclado con miles de sensaciones que sentía en ese momento hacía que su corazón golpeara enloquecido. Sintió como los dedos de la pelirroja ladeaban de izquierda a derecha su rostro estudiándolo. De pronto una sonrisa traviesa se dib...