8:00pm.
Mansión Katin.
—¿Quién diablos vive aquí? No me digan que el presidente...— Lenin no podía quitar los ojos de la casa, estaba asombrado de ver tanto lujo como fachada.
Los demás miembros de la familia Volkov también dejaron el auto. El nerviosismo de cada uno era bastante notorio. Sus rostros solo mostraban preocupación. Arreglaron sus ropas, sus cabellos y comenzaron a caminar hacia la puerta, Inessa Katina y sus hijas les esperaban bajo el marco.
Yulia vio a las tres mujeres allí paradas y comenzó a sudar como pollo en horno. Larissa lo notó e intentó tranquilizarla.
—Todo va a estar bien amor, relájate...— Le susurró limpiándole las gotitas de sudor en la frente.
Entre aquel gesto y unos cuantos pasos más, fue solo un segundo el que bastó para que los Volkov estuvieran finalmente frente a las mujeres Katin.
Un silencio incómodo se presentó debido a la falta de familiaridad entre los dos bandos. Nadie supo que decir, los padres Volkov solo atinaron a sonreír. Inessa no quiso alargar la incomodidad, comenzó a estrechar su mano con todos.
—Me alegra mucho que hayan aceptado mi invitación a cenar. Estaba ansiosa por conocerlos. Son bienvenidos — dijo amablemente mientras terminaba de estrechar la mano de clan Volkov. Al llegar a Lenin, lo observó fijamente y de pronto una sonrisa triunfante se le salió. Algo que puso de cabeza al chico. Él pensaba que la cosa no era tan seria pero ahora si estaba seguro.
—Lenin ¿Cierto? — Él asintió tímidamente —Qué bueno que viniste.
Al ser testigo en primera fila de aquella escena, Elena le echó una mirada de disculpas a Yulia y después agachó la cabeza. Un momento muy incómodo para ambas.
Inessa acabó con los saludos de bienvenida e invitó a pasar a todos dentro de la casa. Yulia entró a paso lento quedándose tras todos para poder mirar a Elena quien se mantenía liderando al lado de su madre.
Aprovechó para observarla de pies a cabeza mientras caminaba y a pesar de que estaba dándole la espalda, era imposible no admirarla. La vestimenta que llevaba la chica le hacía ver de muerte. Chaqueta negra, una blusa del mismo color, botas de tacón y un jean de cuero también negro, ceñido completamente a sus muslos y piernas. Era como ver a una estrella de Rock. Además su cabello rojizo y largo caía por toda su espalda. Se notaba que había trabajado bastante en el en las dos horas pasadas.Inessa de pronto hizo detener a todo el grupo en la sala, momento que Elena aprovechó para girar la cabeza y echarle otra miradita a Yulia sobre su hombro. Sus ojos se encontraron pero no por mucho ya que la mujer hizo que todos retomaran el paso. Elena suspiró de frustración, realmente quería estar al lado de Yul pero su madre le había dado la orden de que no debía moverse de su lado en ningún momento.
El tour de Inessa por la mansión finalmente terminó y regresaron a la sala. Hizo que todos se acercaran al comedor y luego se sentaran en los lugares que había preparado para cada uno. Ella, por supuesto tomó la silla principal y ordenó a sus hijas que se hicieran a cada extremo de ella. Los puestos en el comedor eran bastante obvios. Inessa había hecho todo lo posible porque su hija y el hijo de los Volkov estuvieran tan cerca como pudieran.
Katya Viktoria Yulia
Inessa Oleg.
Elena Lenin LarissaDespués de estar completamente en su lugar, Fedora apareció en compañía de dos personas muy bien presentadas, reverenciaron a los presentes y comenzaron a servir vino en cada una de las copas que se encontraban sobre la mesa. A las pequeñas por obvias razones, no les llenaron sus cristales con el líquido, para ellas había jugo natural.
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Mis Ojos Sobre Ti
RomanceEl nerviosismo mezclado con miles de sensaciones que sentía en ese momento hacía que su corazón golpeara enloquecido. Sintió como los dedos de la pelirroja ladeaban de izquierda a derecha su rostro estudiándolo. De pronto una sonrisa traviesa se dib...