JUEVES, 12:15PM.
El sol del mediodía en Moscú brillaba en su máximo esplendor. Tampoco podíamos dejar atrás al grandioso clima que se mantenía en su mejor punto y mucho menos al maravilloso ambiente que se respiraba en el nuevo hogar de los Katin.
El día para ellos estaba siendo increíble. Y no era para menos, la primera tarde del mes de diciembre finalmente llegaba y como ya era costumbre el decorado navideño no se había hecho esperar en la nueva casa Katin. Las chicas junto a Sergey y Fedora se habían levantado desde muy temprano para trabajar en ello y, todo el fruto de su esfuerzo ya se veía plasmado por toda la casa. Gorros navideños, medias, serpentinas, luces, muñecos de nieve, alfombras, cojines, accesorios de todo tipo y un gran árbol de navidad de más de dos metros hacían parte de todo el amoblado de la sala. El lugar había quedado estupendo y muy colorido. Digno de una visita turística.
Elena no lo pudo evitar y se mordió el labio inferior de felicidad al ver como estaba todo a su alrededor. Era como un sueño hecho realidad. Desde hace muchos años no había podido disfrutar de la navidad como lo estaba haciendo en ese momento. A unos metros de ella, Sergey tomaba todas las cajas que habían quedado vacías y las arrumaba en un solo lugar de la sala. Él necesitaba espacio para ver todo en orden. Volvió rápidamente al lado de las chicas y les miró sonriente.
Él también estaba entusiasmado.
—¿Están listas para ver brillar todo?— Les preguntó con alegría.
Elena y Katya asintieron llenas de emoción así que no las hizo esperar por más tiempo. Tomó la tableta digital que controlaba todos los aparatos y con una pequeña configuración hizo que cada una de las bombillas led que estaban regados por toda la casa se encendieran e iluminaran cada rincón de ella. El gigantesco árbol de navidad cobró vida y por supuesto la sonrisa de las chicas también.
Katya no creyó lo que estaba viendo y de inmediato pegó unos saltitos de felicidad, aplaudía y no dejaba de gritar. De pronto corrió hacia el árbol y se abrazó a él con fuerza. Su pequeña pero hermosa sonrisa iluminó más el lugar.
—¡Eres el mejor papi! ¡El mejor de todos!— Le dijo a Sergey en un grito y se devolvió corriendo hacia él.
Sergey al verla venir abrió los brazos, la tomó por la cintura y la suspendió en el aire por unos segundos haciendo que la pequeña riera más. Elena no pudo resistirse a ser parte de la celebración y se acercó a él para abrazarlo.
Sergey dichoso por todo ese cariño que le brindaban sus mujercitas, las resguardó con fuerza entre sus brazos. Pasó una de sus manos por los hombros de Elena y besó su cabeza con mucha ternura, después dejó un pico duradero en la mejilla de Katya.
—¿Les gustó como quedó la casa princesas?— Les dijo con cierto mimo.
Elena volvió a asentir con calma y Katya siendo un poco más inquieta le agarró la cabeza y empezó a regarle besos por doquier.
Sergey solo pudo reír por las cosquillas que le causaba.
La pequeña se detuvo y de pronto le jaló las orejas. Le encantaba hacerlo — ¡Es la mejor navidad de todas! ¡Gracias papi! — Le dijo con toda honestidad.
Fedora negó con calma por la lindura de la pequeña. Era inevitable.
Sergey rió —Me alegra mucho mi amor, y no me agradezcas nada, esto es para ustedes — Les dijo y volvió a besarles donde lo había hecho antes.
Fedora esperó a que el tierno momento entre ellos finalizara y se aclaró la garganta. No quería interrumpir pero tenía que persuadirlos. Había más cosas que hacer.
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Mis Ojos Sobre Ti
RomanceEl nerviosismo mezclado con miles de sensaciones que sentía en ese momento hacía que su corazón golpeara enloquecido. Sintió como los dedos de la pelirroja ladeaban de izquierda a derecha su rostro estudiándolo. De pronto una sonrisa traviesa se dib...