Capítulo 27

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Elena asintió junto con una sonrisa. Le hizo señas para que le siguiera y ambas se metieron bajo la roca. De inmediato sintieron la calidez que no existía afuera.
Quitó el maletín de sus hombros y se dejó caer sobre el pasto verdoso y limpió de la cueva. Acomodó la mochila a su lado y miró a Yulia con una gran sonrisa.

—Ven aquí— Golpeó a su lado mientras Volkova le miraba dudosa.

—¿Esto no se nos vendrá encima?— Dijo ella detallando los alrededores.

—¡Que no! ¡Ven aquí ya!— se quejó y se inclinó para jalarla de nuevo. Yulia cayó a su lado. Se sentaron apropiadamente una al lado de la otra, en total silencio. Elena quiso estar un poco más íntimamente con ella así que sin pensarlo se arriesgó y gateando se deslizó entre sus rodillas, Yulia al notar lo que la chica intentaba hacer no se opuso y la dejó acomodarse entre su cuerpo.

Elena terminó recostando su espalda contra el pecho y hombro de su chica mientras le miraba tímidamente a los ojos, sus mejillas poco a poco iban tomando un color rosa intenso, casi como el color del gorro que ella traía en la cabeza.

Se miraron intensamente por unos segundos. Ninguna podía ocultarlo, se gustaban demasiado.

—¿No me abrazarás como lo hiciste el día de mi fiesta?¿Estás enojada conmigo?— Elena le soltó. Su rostro por alguna razón mostraba algo de culpabilidad.

Yulia le abrazó por el cuello, se quitó el gorro que ella le había puesto y se lo lanzó sin fuerza a la cara.

La pelirroja gimió por la pequeña broma y de inmediato se quitó la tela de su rostro, en ese momento vio como Yulia le miraba con el ceño fruncido.

—¿Por qué me miras así?— Le dijo algo triste.

Yulia le pinchó la mejilla y la sostuvo entre sus dedos —El estúpido director te está expulsando de la Universidad y tú te quedas callada como si nada estuviera pasando. No te defiendes, no haces nada ¿Te has enloquecido por completo?

— ¡¡¡Ouch!!!¡¡¡Claro que no!!!¡¡Suéltame!! — Le dijo agarrándole la muñeca. Su cara era una mueca de dolor y por supuesto exagerada porque Yulia no ejercía fuerza.

— Estaba en shock por lo que me dijo, no sabía que responderle, quedé en blanco, además...por un momento supe que merecía ser expulsada — Dijo con la voz entrecortada.

Yulia al notarlo, la dejó libre pero después le acarició con ternura. Elena no le soltó la muñeca —No digas eso, a pesar de todo te has arrepentido y mereces otra oportunidad...Y te la van a dar, estoy segura. Y espero que cuando ahora volvamos a esa oficina, o vuelvas tu sola, no lo sé, no te vayas a quedar callada de nuevo, dile que si a todo lo que tenga que ver con cumplir el reglamento. ¿Está bien?— Elena asintió, sus labios se convirtieron en un lindo y pequeño puchero.

Yulia lo vio y no pudo evitar rozarlo con su dedo —Yo no quiero que te expulsen... — Susurró lentamente.

Después suspiró y dejó caer su cabeza contra la rocosa pared de la cueva.

Elena la miró confundida, y más cuando la vio sonriendo y negando —¿Qué pasó? — Le preguntó con cautela.

Yulia le regresó la mirada.

—Se qué le prometí a mi mamá...Y yo también me prometí que tomaría las cosas con calma, pero... — Negó de nuevo —No puedo, me gustas mucho — Se sinceró.

Los ojos de Elena empezaron a brillar con fuerza — No quiero que te expulsen... ¿En dónde voy a verte? Solo podríamos vernos en mi casa porque en la tuya es imposible, no quiero estar saltando muros...Y además tu madre man...

Mis Ojos Sobre TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora