Mi madre comenzo a peinarme como varias veces, paso sus delicadas manos con el cepillo por mi cebello e hizo unas coletitas a los lados, que adorno con unos lazos de color azul. En unos cuantos momentos me llevaria a la escuela y ella parecia tan apurada pero acostumbrada.
-Ya vamonos, Soph- me dijo dándome la mano.
Salimos de la casa y subimos al coche negro de mi madre, ella conducía, yo iba en la parte trasera del auto jugando con mis dedos casi involuntariamente.
Cuando llegamos mi madre se bajó y rodeo el auto, abrió la puerta de mi lado, quito el cinturón de seguridad y me sacó de ahí.
La escuela era grande, tenia que ser grande como para seis grados, mi madre me dejo en la puerta y yo entré en camino al salón, la maestra Luz me saludó y puse la mochila en unos estantes que nos tenían, me fui a sentar a mi banco y los gritos y hablas de los demás niños se escuchaban en todo el aula. Luego de 5 minutos vi a una señora de caballo rubio y raíces oscuras, conversando con la maestra que estaba afuera, alado de la mujer había un niño de tez morena, cabello café oscuro, unos ojos marrones, sus mejillas resaltaban, tenían un color rosado, además de que veía un brillo en sus ojos y sonreía sinceramente observando la conversación de la maestra con quien creo es su madre.
Luego de observar su platica la maestra Luz se voltea y no indica tomar asiento.- Muy bien niños, les presento a Abraham, es un nuevo estudiante y espero lo traten bien- hablo la maestra mirándonos a todos.
Todos miraban a Abraham, que aún seguía sonriendo y con la mano saludo al grupo de niños mientras decía - Hola -. Le dijo que tomara asiento justo alado mio y así lo hizo. Hicimos un poco de tarea y para la hora del receso todos salieron excepto yo y Abraham.
-Hola - me saludo el pequeño amablemente acercando su silla a la mía.
-Hola - le respondí mirándolo.-¿Como te llamas? Yo soy Abraham. - preguntó
- Me llamo Sophia
-Lindo nombre - dijo sonriendo tímidamente.
-Gracias. - le sonreí y el hizo lo mismo.
-Me caes bien,¿ podemos ser amigos? - me miró y yo lo miré.
-Claro, tu igual me caes bien.Dicho esto los dos sonreímos y bajamos la mirada.
-¿Te parece si salimos a jugar? - se metió las manos en los bolsillos de su short rojo.
-Si, vamos - lo jale de la mano hasta llegar al patio.
-¡A los columpios! - gritó señalando con su mano los juegos.Yo lo seguí y jugamos, pasamos de los columpios a las resbaladillas, varios chicos de sexto año nos miraban a Abraham y a mi, y hacían como que les daba ternura vernos. Término el receso y entramos al salón, hicimos tarea juntos, al parecer el le había agradado a todo el salón incluso a los grados superiores, ya que cuando pasaba frente al salón alguien de otro grado el saludaba y ellos correspondían y poco después conversaban con el.
Él día de clases acabo con el sonido de salida, Abraham y yo salimos al ultimo, me acompañó a esperar a mi madre en lo que llegaba la de el. Luego llegaron ambas madres al mismo tiempo, yo fui con mi madre y el con la suya. Nos despedimos diciendo adiós con las manos y subí al auto.Con Abraham, todo era divertido, solíamos jugar después del receso y al meternos al aula, hacer tarea juntos y cuidarnos mutuamente. Se convirtió en mi mejor amigo, y yo en su mejor amiga.
No pense que una amistad se lograra sin planear, eramos muy pequeños e inocentes. Y supongo que la inocencia de los pequeños es lo que lo hace mas facil.
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¿Me Recuerdas?Abraham Mateo *EDITANDO*
FanfictionDespués de unos años, Abraham regresa a su ciudad de origen, donde dejo una gran amistad. Sophia lo ha esperado durante tiempo pero cuando lo ve, el ya no es el mismo chiquillo tierno que conoció.