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-Tony? - pregunté mientras el chico se acercaba a mi.
-si. Te acuerdas de mi, ________? - sonrió, y se detuvo enfrente mio.
- si!! - salté, literalmente hacia el, mis manos alrededor de su cuello abrazándose, y el correspondiendo me alzo con sus manos en mi cintura, me dio vueltas, reí tras el encuentro, y me bajó.
-como has estado? - preguntó y sacudió mi cabello de una forma traviesa.
-bien y tu? Que tal el viaje?.
-muy callado y con Abraham pues.. Aun mas callado - dijo y agachó la cabeza pasando su mano por ésta.
-si, me imagino- me voltie y el se puso a mi lado, siguiendo me el paso.
- ya hablaste con el? - pensar en la muy cortante conversación, me hacia sentir mal.
-si, - dije
-y.. - pidió más detalles, cosa que no pensaba negarse lo, al menos el me recibió de buena manera.
-le dije quien era yo, y le pregunte si me recordaba, y dijo : Tal vez, ya te vas? - hize burla al decir sus palabras, a lo que Tony río.
Mi tono era molesto, eso era obvio.
- si, con Abraham ya no tengo una relación muy cercana a como era antes.
-ya me ha contado tu mamá
-a sí? - a sentí.Vi un auto color negro, nuevo cuando volví mi mirada hacia atrás, estaba en frente a la casa de alado de la de susana. Me gustó el auto, quería aprender a manejar, jace me había prometido enseñarme, pero no ha venido a visitar, ya que se mudó a un departamento.
Dimos la vuelta a la esquina y poco a poco nos acercamos de a mi casa.
-bueno pues.. Nos vemos luego - dijo cuando ya estábamos frente ala puerta de mi casa, me dio un beso en la mejilla, y se dio la vuelta para salir por la puerta de la cerca.
-Tony! - grité y el chico se giró antes de abrir la cerca- me alegra mucho volver a verte.
-A mi igual _________- sonrió y yo hice igual.
Se fue corriendo y yo me metí a mi casa. Mi madre seguía en la sala, durmiendo, no la quise despertar y mejor subí a mi cuarto.
Me recosté en la cama y solté un grito frustrada. Se me había olvidado que quería conseguir un trabajo, para empezar a ahorrar ayudar a mi madre en los gastos.
No tenía muchas opciones de donde trabajar, con mi edad y poco experiencia, seria muy difícil conseguir. Aunque Michelle ya me había dicho de una cafetería que buscaba empleadas, lo tenia en mente. Como ya le había dicho a mi madre de mi búsqueda, ella había hablado con una amiga que es dueña de un tipo de restaurant, en donde pues también es como bar, claro que mi madre no me dejaría, pero su amiga dijo que si entraba a trabajar, solo estaría como mesera, lo pensé un poco pero no me convencía. Tenia que decidirme. La cafetería está en el camino de la escuela a mi casa, así que no tendría de que preocuparme, pero el horario afectaría mis clases. Y ni me lo puedo permitir. Ahora. El ''restaurant- bar''queda a unas cuadras más delante de la escuela y aun mas lejos de mi casa. El horario seria de 2:30 a 8:00 más tardar. No afecta mis clases. El pago era mejor que el de la cafetería y solo trabajaré de lunes a viernes.
Talvez elija el supuesto restaurant.
(...)
- lista para ti trabajo, corazón? - preguntó mi madre mientras yo caminaba hacia la puerta.
-si- respondí - cuando salga de la escuela me iré directo a trabajar. - me despedí con un gesto de mano y salí.
Bueno, he aceptado el trabajo con la amiga de mi madre. Sarah.
En la escuela me veo con Michelle ala hora del receso, le cuento de mi nuevo trabajo mientras paseamos por todo el instituto. Algo típico.
- aun creo que era mejor que eligieras trabajar en la cafetería - dijo mi amiga.
- yo pensaba igual - suspiré - pero los horarios no me lo permitían.
-bueno, en eso tienes razón.
-si. - mi mirada dio con una chica rubia al frente de mi. Estaba parada mirado hacia detrás de mí y de Michelle con impresión y con la boca abierta, nos volteamos inmediatamente, para ver la causa de tal expresión exagerada.
Debe de ser una broma. Pensé. Dos chicos, y abraham en una parte de entre los casilleros, atrayendo miradas de miles de estudiantes. Abraham recostando su peso en su espalda sobre el verde de la pared y con los brazos cruzados en su pecho, su camisa negra, con unos pantalones entubados igual negros, su cabello arreglado. Sus amigos, uno alto de cabello castaño y con rulos de camisa roja , pantalones de mezclilla y se distinguían sus ojos mieles . El otro era rubio con ojos azules, como el típico príncipe de los cuentos de hadas, su camisa blanca , pantalones negros ajustados, eran como hermosos ángeles y hay que admitir que, la luz reflejada en sus rostros los hacia más irresistibles.El rubio miró en mi dirección rápidamente, y lo volvió a hacer, quedando a mirar por más tiempo lo que le llamó la atención. Una sonrisa se expandió por su cara, abraham se dio cuenta de su distracción y lo miro extrañado siguió la mirada de su amigo y me miró, la confusión se desvaneció, dando paso a su ceño fruncido y a su mirada penetrante. Lo golpeó suavemente en el hombro y el rubio reaccionó de inmediato, viendo a abraham, el de rulos miró a abraham, igual confundido que yo al ver la pequeña escena, abraham lo miro igualmente y luego miró en mi dirección, al igual que el castaño.
Más extraño no podía ser.El timbre sonó y mi amiga me agarro del brazo para ir a las clases, y los tres aun tenían pérdida la mirada en mi dirección. Me di la vuelta, y vi a la chica rubia. <<ESTUPIDA, PENSASTE QUE TE MIRABAN A TI>>PENSÉ. << MIRABAN A LA RUBIA, COMO PERDERIAN SU TIEMPO MIRANDOTE A TI CUANDO ALGUIEN COMO ELLA ESTA DETRÁS SE TI?
Suele pasar esa confusión, y es lo que más odio, eliminaría todos esos momentos de todas las personas del mundo, es horrible pensar que te ven a ti y después te das cuenta de que miran a alguien mas detrás de ti o peor aún mirán un anuncio.
Reí pensando esto último y mi amiga solo me miró curiosa.
- de que te ríes? - preguntó sonriendo.
-No, de nada. - respondí aun entre risas.
Y seguimos caminando por el pasillo entre alumnos y entre tiraderos de libros que a uno que otro se le caían por la pisa de llegar a clases.
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¿Me Recuerdas?Abraham Mateo *EDITANDO*
Fiksi PenggemarDespués de unos años, Abraham regresa a su ciudad de origen, donde dejo una gran amistad. Sophia lo ha esperado durante tiempo pero cuando lo ve, el ya no es el mismo chiquillo tierno que conoció.