¿Me Recuerdas?Abraham Mateo *EDITANDO*

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Abraham

***

– Hijo,Que bueno que llegas – se vino mi madre hacia mi y me abrazó. Algo raro, sabe de mis llegadas tarde y no había pasado esto.

– ¿Qué sucede?– no me había percatado de sus ojos llorosos, hasta que levantó su mirada hacia mí.

– Tu abuelo,él, está mal,Abraham me acaban de avisar –.

No sé que fue, pero las ganas de llorar me llegaron, y el golpe de la noticia hizo que no reaccionara durante unos minutos. No hubo tiempo y mi madre llamó a Tony que estaba en la sala, salimos hacia el auto pero esta vez conducio mi hermano, pues mi madre no podía.

***

Y ahora heme aquí, en el hospital recargado en la ventanillas de cristal. Mirando a la nada, llueve afuera y el cielo se esta callendo. No nos han dejado entrar a verlo. Mis tíos lejanos están aquí,primos y mi abuela.

Mi abuelo, a quien mas he querido está dentro luchando por su vida, no se que lo causó y no creo que sea el momento perfecto para preguntar.

Pero, maldita sea, no puede estar pasando esto, no a el. No ahora.

– pequeño, que haces aquí tan sólo – su ronca voz me habló mientras estaba en el rincón abrazando mis piernas.
Solloze.

– Vamos, entra tengo algo que te hará sentir mejor – me levante y agarro de mi pequeña mano, lo seguí hasta el comedor. Soltó mi mano para coger una lata que había en medio de la mesa. La abrió y sacó una paleta roja.
La extendió hacia mí y la tomé.

– No le digas a tu abuela.– Dijo y revolvió mi cabello.

Esa persona que sabia que hacer para mejorarme de pequeño. Esa persona que cuando lo de mis regaños siempre me contentaba, quien me hacia sentir mejor en el momento. Ahora lamento el día en que dejé de visitarlo, lamento no ser el nieto perfecto, lamento el que no pueda recompensar el tiempo perdido con él. Lamento ser una mierda con todo el mundo que me rodea.

– Familiares del señor ...– no pudo terminar la frase el doctor por que mi familia ya se acercaba a el.

– Si,¿ que pasa?– pregunto mi abuela, quien se apoyaba de mi madre y de su bastón.

– ¿Se encuentra bien?– pregunto uno de mis tíos con su esposa a lado.

El doctor suspiró y supe que algo hiba mal. No,por favor,no.

– Está muy grave,no hay nada que podamos hacer..– dijo tristemente y mi abuela lloró,mi madre cerró los ojos intentando ser fuerte, mis tíos se quedaron mudos y se lamentaron en silencio y mis primos mas chicos solo miraban confundidos.
Tony, quien se encontraba a mi lado, tomó de mi hombro y lo escuché sollozar. Mientras yo, sentía mi mundo venirse abajo, algo que no esperaba escuchar en años ni presenciar. – el señor pide verlos.