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"EL PRECIO DE UN CORAZÓN BONDADOSO"

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"EL PRECIO DE UN CORAZÓN BONDADOSO"

Jinwoo no hizo mucho cuando llegó al departamento, dejó la compra que recién hizo de camino sobre la barra de la cocina y se dispuso a preparar los fideos instantáneos que tenía planeado comer esa noche como cena. Mientras el cuenco reciclable de Ramen daba vueltas dentro del microondas, no pudo evitar recordar aquella escena con la que se topó en el estudio de Hyusang. El verlo en acción en aquellas telas no le había revuelto el estómago, como imaginó que sucedería al tenerlo cerca. 

La forma de actuar del rubio al entrar en su salón de ensayo, interrumpiendo el ensayo, sus ojos castaños analizando el movimiento de sus compañeros; adjunto a ello estaba el extraño impulso que le motivó a ir al salón de su práctica solo para verlo un poco más. Algo que mantuvo pensativo al tatuado un largo tiempo, tanto que ni siquiera fue consciente de que ya se estaba sirviendo la cena de manera automática y comía del mismo modo. Terminó en completo silencio aquellos fideos y se dirigió hacia el cuarto que compartía antes con su novia. 

Hacía muchos años que se había acostumbrado a dormir largos lapsos de tiempo solo, en especial cuando Yuna tenía recaídas. Al inicio, solía dormir en el hospital, luego pasaron a las videollamadas, y finalmente, de alguna, ya se estaba acostumbrando a no darle las buenas noches a cómo lo hacían en un comienzo. 

Se estaba acostumbrando al sentimiento de soledad. La mayoría del tiempo Jinwoo se encontraba solo. Solo cuando esos momentos se presentaban, era que se cuestionaba a sí mismo si aún seguía teniendo caso el estar ahí, porque al parecer nunca podía sentirse conforme. 

Se rodeaba de personas cada vez que la situación lo ameritaba. Por ejemplo, cuando su único amigo usaba sus redes sociales, sucedía muy de vez en cuando, como para no decir que eran casos muy extraños. Esto tal vez se debía a su labor como diseñador de autos deportivos. Su entrega por su labor casi podría igualar al suyo en trabajar. Vendría, sí, pero dejaría que su suerte decidiera por él. Solía ser el tipo de sujeto que no se preocupaba por el futuro a largo plazo, según él. ¿Para qué apresurarse? ¿Para qué aligerar las cosas? No tenía sentido hacer nada de eso. 

Una vez limpió lo que había ensuciado y desechó lo correspondiente, se dio una ducha. Normalmente, Jinwoo prefiere ir a la cama con el torso desnudo, tan solo con un pantalón de pijamas y unos infantiles calcetines de superhéroes que le regaló Yuna en uno de sus cumpleaños. Se metió en la cama, soltando un gruñido de satisfacción. 

Solo entonces se permitió relajar su cuerpo; sin embargo, su mente pareció no tener la intención de permitirle descansar; tenía tantos pensamientos siendo un cúmulo imposible de apartar, atascados uno a uno en su mente que se vio a sí mismo volteando de un lado a otro, golpeteando su almohada como si fuera la causante de su imposibilidad de dormir. 

La soledad en su habitación era tan asfixiante que ni siquiera los sonidos lejanos a las afueras del edificio lograban distraerlo, darle una palanca para poder tomar control de su propia mente y eso lo hizo bufar. Agarró su teléfono cuando se dio por vencido media hora más tarde. 

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