En el vibrante mundo de Eros Club, Lee Hyusang, un empresario exitoso y abiertamente homosexual, hereda el negocio de su difunto padre. Con su fiel amigo Wooyoung a su lado, el club brilla con sus espectaculares shows de striptease mixtos y vibrante...
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"VELO DE ACUERDOS"
Hyusang agarró las prendas que Jinwoo se había quitado y las dobló para meterlas en la mochila que trajo consigo. Fue cuando notó las facturas en uno de los bolsillos de este. Por más que intentó mantener su curiosidad a raya, se vio a sí mismo ignorando su educación por un instante al tomarlas. Sus ojos buscaron inmediatamente el monto que debía pagar e hizo una mueca.
El rubio consideró incluso que era una suma considerable aun cuando vivía con el privilegio de poder costearlo sin sufrir cambios significativos en su manera de vivir, pero ese no era el caso de Kim Jinwoo.
—Mierda. Realmente es admirable cómo puede arreglárselas. —Guardó los documentos donde los encontró, dejando la mochila en uno de los sillones.
Para matar algo de tiempo, acomodó el maquillaje en su sitio dándole una limpieza al tocador. Fue entonces cuando gruñó al notar su camisa manchada de base de maquillaje a través del espejo en el proceso de hacerlo. Por lo que se quitó el reloj y se la sacó para entrar al baño e intentó lavarla. Le tomó más tiempo de lo que quiso, por lo que en el momento que salió con ella en manos, aun frotando la mancha que había quedado en esta, Jinwoo había regresado. De modo que lo miró de reojo.
Por su parte, el pelinegro había hecho un buen trabajo en el escenario a pesar de que su concentración no fue la misma. No cuando aún tenía el sabor amargo en el paladar de estar casi "suplicando" por una reconsideración de una propuesta que él mismo había rechazado rotundamente. Aunque no negaba que sí el resultado iba a ser lo contrario, le llenó de pánico la idea de follar con un hombre.
¿A eso se refería Hyusang con ser homofóbico? ¿Por qué siquiera aún le seguía molestando aquel término viniendo por parte del rubio? Si bien, había sido llamado así en cientos de ocasiones en las que rechazó un encuentro con clientes y bailarines pasados de copas. No le afectó en lo absoluto. Hasta que Jinwoo lo escuchó de él.
¿Pero por qué? ¿Qué tenía diferente Lee Hyusang como para que su opinión fuera relevante en su vida? Quizás la respuesta venía siendo más sencilla de lo que el tatuado quería darle: era su jefe y esa oportunidad, por más retorcida que sonaba, no se le presentaba todos los días, y más cuando sus necesidades económicas ya estaban asfixiándolo.
¿O quizás era algo más?
¿Tal vez había una razón oculta dentro de Jinwoo por la que fuera él quien doblegara su orgullo ante Hyusang? ¿Pero qué era eso exactamente?
Jinwoo sacudió la cabeza al mismo tiempo que levantaba la mirada. El flequillo se pegaba a su frente a causa del sudor, al igual que las gotas bajaban por su pecho. Quiso creer que su respiración defectuosa era por consecuencia de su presentación y no el hecho de que tenía a Lee Hyusang semidesnudo a varios metros, como si estar en esas condiciones delante de él no fuera la gran cosa.
