"INESPERADAS CIRCUNSTANCIAS"
El sonido de un chasquido de labios reverberó en la penumbra, mientras pasos vacilantes se adentraban en el apartamento sumido en la oscuridad, donde las bolsas de regalos se desplomaron cerca de la sala de estar. La risa suave de la mujer se escuchó antes de que Jinwoo decidiera bajar el zíper del vestido de su novia, dejándola en bragas. La luz que atravesaba las ventanas le permitió al tatuado apreciar la figura de su novia. Ambos intercambiaron una mirada cargada de significado antes de que la castaña se alzara de puntillas para quitarle la camisa, recibiendo algo de ayuda del tatuado.
—Has sido tan bueno conmigo, Oppa. —Su aliento le acarició el pecho, motivando a Jinwoo a suspirar.
El camino de besos fue descendiendo hasta su ombligo y cerró los ojos en el momento que Yuna sacó su miembro a través de la bragueta abierta; sus delgados dedos eran torpes, sus labios inexpertos y el rozar de sus dientes lo hicieron tensar varias ocasiones, y se concentró en lo bien que sus caricias lo hicieron sentir. Se enfocó en la respiración agitada de la chica y en sus ocasiones suspiros en su nombre. Sin embargo, maldijo en voz baja por no estar respondiendo a los estímulos de su novia, resistiéndose a experimentar siquiera la mitad de la excitación que sentía cuando estaba... con él.
Maldijo a Lee Hyusang por haber arruinado su vida sexual, pero se maldijo a sí mismo por arruinar su relación.
Intentó evocar los recuerdos de las caricias de su jefe, imitando sus movimientos precisos sobre su cuerpo. Sin embargo, el envolvente aroma a jazmín de Yuna lo distrajo, llevándolo a separarse y poniendo fin a otro intento fallido de acercamiento con ella.
La chica frente a él quedó con los labios entreabiertos, incrédula.
—¿Lo estoy haciendo mal, no es así? —Por más que intentó no sentirse culpable, sus ojos, prontamente con lágrimas, hicieron que Jinwoo se maldijera por ser el causante de ello.
—No es eso, princesa, es solo que estoy cansado...
—No estás cansado. No es solo eso, hay algo más —Yuna replicó, levantándose para tomar el vestido, mostrando una clara mueca de descontento en su rostro—. Lo hemos intentado tantas veces que he perdido la cuenta, ¿qué ocurre, Jinwoo? ¿Estás enfermo?
—No. Los entrenamientos y los acontecimientos de la última pelea han hecho que mi mente esté desordenada en estas últimas semanas. —Odiaba mentirle, detestaba tener que inventar una excusa para justificar el hecho de que ya no sentía atracción física por su persona, y eso solo aumentó su cargo de consciencia—. Quizás podría considerar tomar Viagra.
—No podemos acudir siempre al viagra, Jinwoo, por Dios. —El mencionado se pasó las manos por cabello, soltando un pesado suspiro.
Se intercambiaron una profunda mirada, en la cual el silencio pareció ofrecer las respuestas que habían buscado durante esos días, en los que evitaban discutir abiertamente el estado de su relación. En ese momento, Yuna lo miró intensamente durante varios largos segundos, haciendo que Jinwoo sintiera que estaba completamente expuesto, como si su novia pudiera leer sus pensamientos, lo cual lo aterraba.
ESTÁS LEYENDO
EROS CLUB
DragosteEn el vibrante mundo de Eros Club, Lee Hyusang, un empresario exitoso y abiertamente homosexual, hereda el negocio de su difunto padre. Con su fiel amigo Wooyoung a su lado, el club brilla con sus espectaculares shows de striptease mixtos y vibrante...