En el vibrante mundo de Eros Club, Lee Hyunsang, un empresario exitoso y abiertamente homosexual, hereda el negocio de su difunto padre. Con su leal amigo Wooyoung a su lado, el club se destaca por sus extravagantes shows de striptease mixtos y fies...
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"DESAFIANDO ESPECTROS"
El puño enguantado de Jinwoo impactó con el saco una y otra vez, a la vez que el sudor bajaba por sus sienes. Para ese punto tenía la camiseta sin mangas pegada al cuerpo a causa de la traspiración y el cabello empapado. Se encontraba calentando, o más bien. Estaba intentando despejar su mente de los acontecimientos que habían estado ocurriendo los últimos días; los encuentros con su jefe se han vuelto mucho más frecuentes. Sin embargo, en algunas ocasiones ni siquiera follaban; solo pasaban tiempo en la cama hablando por largas horas donde ambos compartían anécdotas.
Era entonces, para ese punto, que podía asegurar conocer una versión real de lo que era Lee Hyusang, una humana. No solo era aquel sujeto de negocios inalcanzable que en un principio consideró, sino un hombre con muchas responsabilidades y con un encanto notorio.
Gracias a esos momentos pudo conocer mucho más del rubio, como el hecho de que trabajó como mesero en los años que su padre había tenido el mando del club y que sabía del dominio de hacer bebidas, prefiere los pilates en vez de los gimnasios y era partidario de las comidas saladas en vez de los dulces. Supo que era alérgico a los mariscos y no solía escuchar canciones modernas, en realidad sus gustos musicales se centraban en los OST de los dramas que sus trabajadoras solían recomendarle, algo que lo hizo reír por varios minutos ante la revelación de eso.
El rubio era carismático. No iba a negarlo. Tenía un encanto único y entendió a sus compañeras de trabajo cuando le mencionaron en más de una ocasión que el hombre era todo un caballero, era observador, minuciosamente comprometido con todos y su amabilidad llegaba a ser intimidante.
Cuando Jinwoo supo el motivo, no pudo evitar sentirse un idiota al creer que lo hacía con segundas intenciones. Recordaba perfectamente aquel encuentro en el que Hyusang le contó las razones del porqué era así en el momento que este le daba un masaje en la espalda, poco a poco se había acostumbrado a tocarlo de tal modo, a observar con fijeza su piel mientras el hombre bajo su tacto le relataba cosas de su vida cotidiana, fue entonces cuando el rubio tocó el tema:
«"Fui un trabajador como cualquier otro, joven e ingenuo. Por lo que presencié y viví, muchas injusticias en mis trabajos de medio tiempo. Me prometí que jamás permitiría que nadie fuera denigrado, mis trabajadores serían tratados con dignidad y respeto, o al menos eso me lo inculcó mi padre cuando le daba la mano en el bar al cumplir la mayoría de edad"». «"Si debo gastar mi propio dinero para ayudarlos, no tengo problema..."» «"Quizás creas que hago lo que hago con segundas intenciones, pero no es así. Ustedes hacen que mi negocio funcione, es lo mínimo que puedo hacer para compensarlos"».
Todas aquellas confesiones habían traído debate interno en Jinwoo, en cuanto a sus perjuicios de la gente adinerada, porque fue parte de ellos y conocía perfectamente lo falsos que podían llegar a ser. Conoció personas desagradables, por lo que su experiencia tachó a su jefe en uno más, y que tan equivocado estaba.
