ELIZABETH
Volver de la muerte era doloroso y confuso, tenía la garganta seca y me dolían todos los músculos del cuerpo, había dormido como tres días seguidos, la oscuridad que buscaba para tener paz, se volvió en un infierno cuando las almas que estaban atadas a Enzzo se presentaron frente a mí, entre ellas una que destilaba una luz blanca cegadora.
-¿Quién es Beatrice?
Su cuerpo se tensó, levanté mi mirada hacia él y sus ojos estaban perdidos en alguna parte de la habitación. Era increíble todo lo que podías hacer cuando estabas en el limbo, y es aún más impresionante que pueda recordar todas esas cosas como si hubiese estado en un sueño profundo.
-Enzzo.- con mi mano hice que me mirara.- ¿Qué pasó?
-¿Quién te habló de ella?
-Ella - respondí enseguida.- Estaba conmigo en la especie de sueño que tuve y detrás todas las personas a las que mataste.
-¿Qué te dijo? - habla como si alguien lo controlara y no me sorprende el shock en el que está.
-Cariño, estas muy jodida si has caído en manos de Enzzo- intenté imitar su acento inglés- No te odia, ella está tranquila pero dolida de que tu actitud siga siendo la misma.
Se removió incómodo.
-Dijo que le temes profundamente a la soledad y por eso eres tan posesivo con las personas y cosas.
-Y porque me dejó si sabía que le tenía miedo a estar solo? - su reclamo fue doloroso y entristeció mi corazón al afirmar que era verdad, ama a la fuerza por miedo a quedarse solo y se vuelve temerario para no perder lo que tiene.
-Dónde quedó ese reloj que ella te regaló con una frase grabada detrás.- soltó una palabrota y cerró los ojos abrazándome con más fuerza.
-¿Has comido algo? - desvió el tema de golpe y supe que aquello le ha dolido.
-No, pero me gustaría comer mucha fruta.
-De acuerdo, enviaré a alguien que te la compre.- beso mi frente y salió de la habitación.
Volví a casa y las cosas se pusieron algo tensas.
La ausencia de palabras y cabreo de Enzzo me hizo sobrepensar las cosas sobre Beatrice, supe que había metido el dedo en la llaga y eso lo tenía bastante pensativo estos últimos días.
-Es mejor si nos vamos Lizzy.
-Mamá, no creo que sea conveniente irnos. Los Italianos me buscan, Mamá.
-Lo sé amor pero, si nos vamos a Alemania vamos a estar bien, Elizabeth las cosas se están complicando al punto de que has atentado contra tu vida amor.
-Enzzo no me dejará ir.
-Stella ha dicho que podríamos decir que nos vamos a Rusia como ella, así nos dejara ir.
-No quiero que te hagan daño Mamá, ya ha muerto suficiente gente por mi culpa.
-Dime al menos que lo vas a pensar cielo.
-Si, lo pensaré.- Steph se acercó con el almuerzo sonriente, ha estado muy pendiente de mi desde que volví a casa.-¿Se ha comunicado Enzzo contigo?
-No señorita.
-Vale, gracias Steph.
Se ha ausentado desde anoche y no ha dejado un solo mensaje y ya me tiene bastante preocupada. Luego del almuerzo con mamá ella volvió con Stella y yo me metí a la oficina de Enzzo, tomé el teléfono de su escritorio y marqué a la oficina.
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Dark Romance [#1]
Teen Fiction¿Amamos de verdad? ¿O solo tenemos miedo a estar solos?