ELIZABETH
Al cruzar la puerta de casa se sintió el ambiente relajado, Marie, mi madre y Stellan están en casa, nos dedicamos a saludar a cada una con un beso en la mejilla y luego mamá mencionó que nos trajo un pollo al jugo para cenar ya que Monica está enferma.
No hubo rastro de Victor cuando llegamos lo que se le hizo muy raro a Enzzo pero como siempre le restó importancia, yo me fui a dar un baño de agua caliente en la lujosa tina de Enzzo.
Mi mente está relajada mientras disfruta del olor a manzana y canela, mis ojos cerrados que buscaban la paz ahora buscan a morfeo en el plácido silencio y la tibieza del agua.
La puerta se abrió de golpe y salté asustada haciendo un mojadero, miré asustada a Enzzo, ya sé ha cambiado, lleva un chándal y una camiseta básica y va descalzo.
-Llevas más de una hora ¿Qué mierda haces?
-Me estaba quedando dormida. ¿Por qué entras así?
-Carajo tu mente es una revolución y...- miró a todos lados.
-¿¡Creíste que me había suicidado!?
-Lo intentaste una vez, y estás aquí sola...
-¿¡Puedo terminar de bañarme!?
Abrió la puerta por completo y salió del baño.
Me terminé de bañar y decidí ponerme el pijama aunque es muy temprano, de todas formas ya no saldré a ningún lado, el olor a pollo invadió mis fosas nasales cuando llegué a la cocina, tomé asiento a lado de Enzzo.
-Así que habeis ido de compras como todo un matrimonio.- mencionó Stella sonriente.
-Me encanta verlos más tranquilos, y que todo eso de las mafias se haya puesto en pausa.- Dijo mamá.
-¿Papá está aquí? - miré a Marie - Me ha enviado un mensaje.
-Mierda.- Enzzo se puso de pie, lo seguí hacia el salón.
Me detuve de golpe y mi corazón empezó a saltar en mi pecho al volver a verlo, creí que estaría demacrado o más delgado pero al parecer es todo lo contrario, en un mes sin verlo se ha dejado el cabello un poco más largo y ha adquirido un poco más de masa muscular.
-Elizabeth.- miré a Victor - Tenemos que hablar.
-¿Usted y yo?
-Sí, es un tema bastante ser...- dejó de hablar cuando su mirada pasó sobre mi hombro, me giré viendo a nuestras acompañantes.- No sabía que estaban aquí.
-¿Va todo bien, cariño? - el tono de Stella es preocupante.
Victor ignoró a los demás y se acercó para tomar mi mano pero el posesivo de su hijo se interpuso entre él y yo.
-¿Qué mierda quieres, Victor?
-No te puedes casar con ella.
-Por que tu lo dices.
-No, es imposible que ustedes estén juntos.
-Vete a la mierda, Victor.- Mi mirada se posa en la mujer que viene a su espalda, tiene el cabello negro y sus ojos son tan despampanantes como los míos.
-¿Margarita? - pregunta mi madre - Que...
-Dijiste que ...-suelta un enorme sollozó mientras sus ojos celestes se inundan de lágrimas.- ¿Elizabeth?
Ni siquiera puedo responderle, estoy anonadada por su exagerado parecido con el mío es como ver mi versión adulta en un puto espejo ¿por qué? ¿Qué es todo esto?
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Dark Romance [#1]
Jugendliteratur¿Amamos de verdad? ¿O solo tenemos miedo a estar solos?