Abrí la mano y mostré mis cinco dedos.
—Primero éramos cinco hermanas —dije
Guardé un dedo.
—Después cuatro —seguí.
Ya van dos dedos.
—Más tarde tres.
Solo quedan tres dedos alzados.
—Ya fuimos dos.
Un dedo guardé y con el otro me señalé.
—Y tan solo quedé yo —finalicé.
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El gabinete de los horrores
HorrorMi pequeña colección de microrrelatos de terror, dispuestos como fugaces pesadillas en una vitrina. Os doy la bienvenida a mi gabinete de los horrores...