Mis cuadros están muertos.
La pintura es densa y aburrida, la venden en tubos que cualquiera con algo de dinero puede comprar. Miro todos los cuadros que he hecho hasta ahora y los colores no gritan, tampoco susurran: No me dicen absolutamente nada.
Un día descubrí una nueva pintura, era diferente a cualquier otro material que hubiera utilizado. Tan roja que electrizaba la retina. Metálica a los sentidos, era única y especial. No existían tubos en las tiendas, pero las calles estaban llenas de ella. El precio que no estaban dispuestos a pagar otros artistas era el de la muerte. La pintura gritaba y agitaba mis sentidos.
Ahora...
Mis cuadros están vivos.
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El gabinete de los horrores
HorrorMi pequeña colección de microrrelatos de terror, dispuestos como fugaces pesadillas en una vitrina. Os doy la bienvenida a mi gabinete de los horrores...