Caí en la fiesta azul. Eso fue lo que me dijeron. Como decía su nombre, todo estaba teñido de ese color: Las bebidas, las luces, los suelos y las paredes. Nosotros nos veíamos obligados a bailar melodías azules que jamás habíamos escuchado. No era terrible, sencillamente teníamos que hacerlo y obedecíamos sin rechistar. Fluíamos en energía que iba del ultramar hasta el cobalto y hacía vibrar nuestros cerebros con una calma tecnológica y sintética.
La fiesta se acabó. Nos llevaron a las cabañas azules para el descanso. Caí rendido después de haber bailado todo el día, no me costó nada cerrar los ojos y desprenderme de la realidad.
Soñé que el azul desaparecía, en su lugar otro color que jamás había visto apareció en mi mente nublada y onírica.
Caí en la fiesta roja. Eso fue lo que me dijeron. Como decía su nombre todo estaba teñido de ese color.
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El gabinete de los horrores
HorrorMi pequeña colección de microrrelatos de terror, dispuestos como fugaces pesadillas en una vitrina. Os doy la bienvenida a mi gabinete de los horrores...