El paquete fue envuelto con delicadeza, sus alargados dedos de araña anudaron la cinta de organza roja; el toque final. La artista era muy estricta con todos los detalles, estaba rodeada de estanterías que llegaban hasta el techo, todas llenas de preciosos paquetes de vivos y atrayentes colores, envueltos con esmero y maestría. Eran pequeñas obras de arte.
Serían los envoltorios más preciosos que cualquiera hubiera visto jamás. Irrestistible.
En pocas horas sería Navidad, consultó su lista de niñas y niños malos con una de sus afiladas uñas. Sonrió satisfecha; había cumplido con el plazo estimado, ahora tan solo tenía dejar los regalos bajo los árboles navideños.
¡Qué sorpresa se llevarían al darse cuenta de que en su interior había un portal hacia su guarida!
Tan solo de pensarlo, se le hacía la boca agua.
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El gabinete de los horrores
HorrorMi pequeña colección de microrrelatos de terror, dispuestos como fugaces pesadillas en una vitrina. Os doy la bienvenida a mi gabinete de los horrores...