Capítulo 66: Psicopatía, ruido, silencio

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Este capítulo describe escenas de violencia y abuso explícitas. Algunas descripciones pueden ser un poco fuertes o desagradables para algunos lectores. No se pretende ofender ni fomentar nada negativo. Se ruega prudencia y discreción.


Cuando el grupo de amigos regresó, después de repartir a cada quien en su respectiva casa, Taehyung cargó en su espalda a su mejor amigo, quien no había parado de canturrear We are the champions desde que abandonaron el bar, aunque ahora solo balbuceaba la letra en coreano, ya que su "cartucho" de inglés se había agotado, pero poco tardaron en transformarse en susurros ilegibles, casi como un bebé al hacer burbujas de saliva.

―Gracias por traerlo, Tae ―dijo Jacqueline.

―¿Cómo no hacerlo?

―¿Puedes bajar por tu cuenta?

―Sí, descuida. Estoy ebrio, pero ni por casualidad tanto como él. Aunque mañana tendré que irme a trabajar con resaca.

―Que sea leve entonces. ―Le sonrió.

―Hasta luego ―susurró, y le devolvió a Calicó, que llevaba en sus brazos desde que volvieron de dejar a Jimin en la habitación.

De regreso a su apartamento, se encontró a Nayeon sentada en la mesa, adormilada y rodeada de copas y cuatro botellas de vino vacías.

―Tae... ―balbuceó, con los párpados caídos y una sonrisa de oreja a oreja―. Llegaste ―dijo, rodeando su cintura con sus brazos y respirando su delicioso perfume.

―Oh, huele mucho a alcohol por aquí ―dijo sonriente.

―Solo para que conste, yo no me bebí todo sola. ―Movió su índice en alto.

―¿Estás muy borracha?

―No mucho, ¿y tú? ¿Por qué? ¿Quieres que tomemos un poco más y tengamos relaciones gritándonos obscenidades sin sentido?

―Oye, no es mala idea. ―Alzó las cejas, sorprendido―. Qué pervertida eres.

―Si es contigo, Tae, quiero ser la más pervertida ―dijo, meneando la cabeza y sosteniéndose solo de su cuello, que rodeaba con sus extremidades, comenzando a creer que se trataba de un soporte, pero cierto era que el equilibrio de Taehyung no era óptimo.

Se sentía dichoso de que ambos hayan podido mantener un vínculo fuerte, pese a sus altibajos. Habían pasado por muchas cosas juntos; eso dio a relucir su verdadero carácter e intenciones hacia el otro, y estaban muy a gusto con los resultados.

―Hay algo que tengo que decirte. ―Dejó de sonreír―. ¿Estás lo suficientemente receptiva, o te lo digo mañana?

―¿De qué se trata?

Taehyung sacó del bolsillo de su abrigo su teléfono celular. Desde que había escuchado en privado la grabación que tomó Jimin para el juicio, se encargó de hacer una copia, misma que eliminaría después de que Nayeon la escuchara; había pactado eso con su mejor amigo. Ella merecía saber la verdad sobre lo que verdaderamente ocurrió con su hermana.

―No va a gustarme lo que voy a escuchar, ¿cierto?

Con la pena colmando su semblante, Taehyung negó con la cabeza.

―Tampoco es una imposición. Si no quieres... la borraré y ya.

―No... ―dijo, después de un breve silencio―. Quiero saber.

El muchacho asintió y ella, presa del pánico, tomó de un arrebato su mano y le preguntó si podía quedarse a escuchar, pues no quería hacerlo sola. Pero para Taehyung eso no era una opción, si se lo pedía debía acompañarla. Sabía que le arruinaría la noche de júbilo que había tenido, que le quitaría la tranquilidad y la plagaría de pena y tormento, por eso estaría a su lado, tomaría su mano y lloraría con ella también.

Bittersweet [Park Jimin] (+21) #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora