Capítulo 69: Padre

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Este capítulo describe escenas de violencia y actos suicidas. No se busca de ninguna manera fomentar ningún tipo de conducta negativa redactada a continuación. Se ruega prudencia y discreción.


La armonía plagaba el entorno, la claridad avivaba sus sentidos, y sin embargo, mientras más se desprendía del dulce sueño, el dolor se instalaba en su vientre. Jacqueline pasó saliva como pudo, pues su garganta estaba reseca. Escuchó los ruidos regulares de la sala de cuidados intensivos donde se encontraba y el inconfundible aroma de hospital.

―¡Jackie, despertaste! ―le habló su hermano con gran alegría.

Como pudo, ella sonrió y con mucho cuidado él tomó su mano, dándole unas suaves caricias. En su momento de lucidez, Jacqueline tenía una pregunta y solo una pregunta. La respuesta la alarmaría, la intranquilizaría y haría que quisiera levantarse de un salto, incluso si los puntos en su abdomen se abrían y se llenaba de sangre.

* * *

Silencio. Un pestañeo, dos. Una figura estática miraba ningún punto en particular, en la claridad del día a través de la ventana. Imperturbable, como si su espíritu estuviera a millas de distancia de su cuerpo físico. O eso parecía, hasta que tocaron a la puerta y sin esperar a una réplica, esta se abrió dando paso a una silla de ruedas, y a un chico muy agitado, con una enfermera gritando al otro lado de la entrada.

―Felix, ¿qué haces? ―habló Jimin, estupefacto―. ¿Por qué trajiste aquí a tu hermana? Necesita reposo urgente.

―Era esto o se me iba caminando sola cuando nadie la viera... ―dijo entre suspiros.

―Déjanos solos, por favor ―pidió la chica a su hermano, quien esperó por algún gesto por parte de Jimin, hasta que este llegó.

―¡Ella necesita volver a la cama de inmediato y reposar! ―protestó la enfermera.

―Sí, sí, señora ―dijo Felix, llevándosela lejos de la puerta―. Ella volverá, pero primero deme algo para el herpes que me salió aquí en el labio, mire. ―Señaló la comisura de su boca.

―Eso es una boquera por una intoxicación estomacal, muchachito insolente.

―Bueno, sea lo que sea usted debe atenderme.

Con ello, consiguió por fin alejarse junto con la mujer, y el bullicio de sus voces se volvió cada vez más lejano.

―Jackie...

―Me dijeron que tuviste una recaída y tu corazón falló... No me pude aguantar, quería verte, ¡necesitaba verte! No era suficiente para mí que me dijeran que estabas bien y ya, yo...

Jimin se agachó frente a ella, sin poder evitar sisear de dolor en el proceso; su cuerpo entero estaba resentido todavía, y dejó caer con delicadeza su mano sobre las suyas, entonces conectaron sus miradas.

―Lo lamento tanto, Jimin... Por mi culpa...

―Volvería a hacerlo ―dijo, y las ganas de llorar de la chica se intensificaron―. Nunca dejaría que le pusieran un solo dedo encima a mi chica especial. Solo sobre mi maldito cadáver ―agregó, y las lágrimas llegaron a él.

―Quiero verlas... ¿Puedo? ―dijo, acariciando sus muñecas.

Él tragó duramente, pero aun así accedió y retiró los vendajes que las cubrían. Jacqueline repasó la zona con la yema de sus dedos, asombrada.

―Tú... ―Lo miró.

―No volví a cortarme. ―Negó con la cabeza; ella sonrió con un suspiro―. Escuché la voz de mamá... y no pude hacerlo. ―Sus ojos estaban atestados de lágrimas.

Bittersweet [Park Jimin] (+21) #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora