Harry llegó, y fue mi salvación para cambiar de tema y la de Ron para no terminar con la nariz rota.
- Harry! ¿Qué sucedió allí afuera con Dumbledore?. Vi que fuiste corriendo tras él. ¿De que hablaron?
- De nada. No pude alcanzarlo -. Me respondió bastante desanimado-. ¿Sucedió algo más con Umbridge?.Al oír el nombre de esa desagradable y oscura mujer mi ira se activó nuevamente, tenía ganas de estrangular a esa vieja por como nos trataba, por las prohibiciones, por su falta de enseñanza y sobre todo por como trató a Snape en clase.
- Es una gárgola malvada -. le respondí furiosa -. No nos enseña a defendernos, ni a pasar nuestros exámenes.
La ira incrementándose en mi interior.
- Ella se está apoderando de toda la escuela -. Les grité a mis pobres amigos.
Ron parecía querer meterse bajo tierra para no tener que soportar mis enojos.Mientras comenzamos a escuchar en la radio un anuncio que informaba sobre la seguridad como tema principal para el Ministerio, acusando a Sirius por el revuelo y las desapariciones que se estaban generando, éste aparece por la chimenea.
Nos informa que Cornelius Fudge es el causante de manipular la verdad para que en Hogwarts no nos dejasen usar magia. Fudge cree que Dumbledore está armando un ejército de magos para quedarse con su puesto.
Que poca Seguridad en sí mismo debería tener ese hombre del Ministerio pensé para mí misma.- Harry, me pidieron que no te diga esto -. agregó Sirius -. pero las cosas no van del todo bien en la Orden con Fudge alterando la verdad sobre las desapariciones -.
La imagen de Sirius comenzaba a tornarse borrosa en la chimenea.
- Voldemort está actuando -. nos advirtió, y antes de poder seguir hablando se esfumó.
Nos dejó atónitos.
Me quedé con la mirada perdida más allá de la ventana, pensando, analizando, y enfurecida. Si el señor tenebroso está actuando nosotros debemos estar preparados, y no solo nosotros tres, la escuela entera debe estar preparada.Algo se iluminó repentinamente entre mis pensamientos.
- Voldemort volvió -. comencé hablándole a mis amigos -. Debemos defendernos, y si Umbridge no quiere enseñarnos, alguien más lo hará.
Y puede observar que ambos comprendieron exactamente a dónde iba dirigido mi mensaje.Pasamos la noche entera convenciendo a Harry hasta que aceptó.
Los siguientes días nos dispusimos con Ron en reunir la mayor cantidad de amigos posibles para comenzar a formar nuestro propio ejército.
Citamos a todos en la taberna Cabeza de puerco.
- Hola, ya saben a que vinimos, necesitamos un maestro -. comencé explicando -. Un buen maestro, experimentado en defensa contra las artes oscuras.
- ¿Por qué? -. cuestionó uno de los chicos.
- ¿Por qué?. Porque quien ya saben ha vuelto-. Le respondió Ron.
- ¿Quién lo dice, Dumbledore?.
- Dumbledore lo dice porque Harry lo dice, pero no hay pruebas -. sumó otro chico del fondo.
-Potter deberia hablarnos sobre el asesinato de Cedric con más detalles -. sumaron.
Vi la cara de mi amigo desconcertado y algo molesto.
- Si creen que vinieron para escucharme hablar sobre cómo fue la muerte de Cedir pueden irse -. Les respondió levantándose de un salto Harry.
- ¿Es verdad que sabes hacer un patronus? -. Y Luna afortunadamente logró desviar la conversación al desastre al que parecía dirigirse.
- Si - Respondí rápidamente -. Yo lo ví hacerlo.
- Y mató a un basilisco -. agregó Neville.
- Y también luchó contra ya saben quién -. Continúe.
Harry me detuvo justificándose que tuvo suerte y muchas veces lo ayudaron.
- Solo está siendo modesto -. sugerí.Siguió explicando que no es lo mismo practicar en la escuela a enfrentarse en la vida real, donde se puede estar a solo un instante de morir o ver morir a un ser querido.
Todos nos quedamos en silencio y pensativos.
- Es cierto Harry, es muy diferente y no podemos imaginarlo, por eso necesitamos tu ayuda.
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Pociones & Pasiones - Sevmione - Snamione
FanfictionDurante su cuarto año en Hogwarts, Hermione Granger comienza a sentir un gran revuelo de emociones. En el transcurso de los años siguientes luchará, no sólo por los acontecimientos del propio mundo mágico, sino también, por redescubrir sus sentimien...