Capítulo 27. - cerveza y collar -

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Ahora, con su media sonrisa sumada a su anguloso rostro.
- ¿Por qué no me sorprende verla en la sección de pociones, señorita Granger? -. Su voz apenas un susurro, un susurro pausado y atractivo.

Un revuelo se generó en mi pecho.

- Quizás porque mi apreciación por esta materia es bastante obvia, y finalmente usted fue capaz de notarlo.

- ¿Incluso para venir un día que tienen libre para poder ir al pueblo?.

- Iré al pueblo más tarde, con mis amigos, a festejar mi cumpleaños.

Sus ojos se abrieron de golpe.
Sus labios se tensaron.
Sus penetrantes ojos oscuros parecían adentrarse de repente en mí.

- Mis disculpas señorita Granger, no sabía que hoy era su cumpleaños -. su voz continuaba siendo un susurro mientras comenzaba a acortar el espacio que había entre nosotros -. Ya que la cruzo sola, le informo que podemos continuar con las clases de oclumancia.

Se quedó pensativo por un momento.

- Aunque no creo que tenga deseos de eso en un día tan especial como hoy -. terminó diciendo.

- No, sí, quiero decir, desde luego que hoy es un fantástico día para continuar con mis lecciones -. y la realidad era que extrañaba mis momentos a solas con él, en su oficina, rodeada de sus objetos, sus libros, y de su aroma embriagador.

- De acuerdo, a las 9 de la noche en mi oficina, Granger.

- Allí estaré -. le respondí, acortando lentamente la distancia entre nosotros.

Su mano, de pronto, rozó mi mejilla y quitó un mechón de pelo que tenía casi a punto de comerme, alcé la mirada nuevamente, para ver esos fantásticos ojos llenos de un misterios atrapante, como un hoyo negro del que no quieres salir, solo adentrarte más para descubrir verdaderamente qué hay dentro.

Noté que su mirada se relajaba, y una sonrisa iluminaba su rostro, por lo que sonreí en respuesta.

- Y feliz cumpleaños, señorita Granger -. susurró en mi oído.
Sus palabras generaron una cosquilla detrás de mi cuello que se extendió hacia mi bajo vientre. Me sentía acalorada de repente, muy acalorada.

Esto estaba mal.

¿O ya no estaba mal?.

Acerque mis labios a su mejilla y le susurré.
- Gracias Severus.

Nuestros cuerpos estaban tan cerca, que pude percibir sobre mi pecho, como el suyo comenzaba a respirar de manera acelerada.
Deslizó su mano por mi brazo de manera lenta y suave.
Su contacto generaba todo tipo de sensaciones maravillosas en mi interior, pero sobre todo, me sorprendía que nuestro temible profesor, me generara algo que no lograba conseguir ni en mi propia habitación, calma.
Oímos pasos a la distancia y rápidamente se apartó de mí.

- A las 9 -. Solo llegué a responderle con un gesto antes de que diese media vuelta y me dejara allí, sola, rodeada de libros, su aroma, y la cálida sensación de su tacto en mi rostro.

Retomé, bastante aturdida mentalmente, mi búsqueda sobre algún indicio de quién podría haber sido el príncipe mestizo, pero no hallé nada.
Ya con la vista bastante agotada de tanto leer entre líneas, opté por volver.

- Hermione, acá estás -. Ginny apareció de repente por entre los pasillos, lo que generó que pegue un grito de susto y nos llamen la atención por eso.

- Lo siento -. susurramos.

- Vamos, de todos modos ya terminé aquí por hoy.

Nos reunimos con Ron y Harry, y nos dirigimos con todo el resto de los chicos de Hogwarts hacia Hogsmeade. En el camino les comenté que no había logrado encontrar indicio alguno sobre el dueño de aquel libro del que tan aferrado estaba mi amigo.

Pociones & Pasiones - Sevmione - SnamioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora